"Bambi, rey de la selva" y las hijas de Zapatero he recuperado este artículo:
El rey de la selva
Alfonso Ussía - La Razón (21 de noviembre de 2004)
El presidente del Gobierno no ha entendido la película «Bambi». Y la ha visto quinientas veces, según sus palabras. «Es muy curiosa la vida. Yo tengo dos hijas, una de diez años y otra de ocho. La mayor, vio ‘‘Bambi’’ unas quinientas veces, y yo con ella. ¿Y cómo termina ‘‘Bambi’’? Se convierte en el rey de la selva, pero la gente sólo ha visto la parte sentimental». Ante todo, debo reconocer que me preocupa mucho tener de presidente del Gobierno de España a un señor que ha gastado más de seiscientas horas de su vida viendo la película de Walt Disney «Bambi». Yo la ví una vez de niño y no me pareció nada del otro mundo. Y también, como el señor Rodríguez Zapatero, la soporté con y por mis hijos que también eran pequeños, en una segunda ocasión. Ni mis hijos ni yo le concedimos a «Bambi» la tercera oportunidad. Ahora comprendo muchas cosas. Un señor que ha visto quinientas veces «Bambi» es lógico que tenga un ministro como Moratinos, un socio como Maragall y un jefe como Carod-Rovira. Pero lo malo no es eso. Lo malo es que no ha entendido la película, que dicho sea de paso, no es difícil de interpretar. «Bambi» es un cervatillo. Tiene un amigo que es conejo y se llama «Tambor». Si me equivoco me corrige, señor Zapatero. «Bambi» quiere muchísimo a su madre, que es una cierva muy buena y cumplidora. «Tambor» es también muy cariñoso con los suyos, los conejitos. «Bambi», su madre y «Tambor» no viven en la selva, sino en el bosque. En la selva vivía «El Rey León», por ejemplo, también de Walt Disney, y que estoy seguro de que la habrá visto Zapatero unas doscientas veces, probablemente en compañía de sus hijas, que son las que nos gobiernan según parece y se ha demostrado en alguna ocasión. «Bambi» no conoció la selva jamás. Ni la del Amazonas, ni la africana, ni la de Borneo. Y ahora viene lo terrible.
Un día, los cazadores matan a la madre de «Bambi» Y cuando está desesperado, aparece el padre –que podía haber sido algo más cariñoso con su hijo, dicho sea de paso–, y le anima a huir y a formarse para llegar a ser un día como él, un venado de tronío. Y la película termina cuando «Bambi» se ha convertido en un ciervo poderoso y rotundo, pero no en el rey de la selva. Le tengo que prestar a Zapatero un interesante libro de Alexander Lake «La vida y la muerte en la selva», en cuyas páginas el autor demuestra que el león no es el rey de la selva, y sí el elefante. Estoy de acuerdo con Alexander Lake. El elefante africano (Loxodonta Africana) domina al león (felis leo) siempre que uno y otro se encuentran, ya sea en la selva o en la sabana. Pero el ciervo, por muy «Bambi» que sea y Zapatero haya visto su película quinientas veces, sólo o en compañía de sus hijas, no es rey en parte alguna. De ahí que mi deber no puede ser otro que pedirle al presidente del Gobierno que vea «Bambi» una vez más. Y que se fije. Que no se ría tanto con las travesuras de «Tambor» y se concentre en la trama, el meollo argumental y el posterior desenlace. Pero que la vea a solas o con Moratinos, a salvo de la influencia de las niñas.
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Desolador.
ResponderEliminarSi nuestro presidente ha visto "Bambi" 500 veces y no se ha enterado es que es definitivamente imbécil.
Que Dios se apiade de nosotros y que Santiago, Hijo del Trueno, no eche a perder su herencia.