Taxi driver

Remitido por una amiga valenciana:


Ayer, al borde de las 7 de la tarde, a pesar de lo desapacible del clima, me hice el ánimo para acudir al mitin de UPyD. El acto empezaba a las 7.30, y se celebraba en la otra punta de donde yo vivo, así que cogí un taxi. El taxista, de unos 50 años, calvo y con barriga, me mira serio por el retrovisor:

-¿A dónde vamos?

-Al pabellón deportivo de la Malvarrosa

-¿Vamos por la Avenida del Puerto o por Blasco Ibáñez?

- Como prefiera

- A estas horas habrá tráfico en las dos avenidas

- Seguro

- ¿Se celebra algo?

- Un mitin

- ¿El de Rosa Díez?

- Pues sí, el de Rosa Diez, - contesto asombrada - Me sorprende que lo sepa....yo me he enterado por internet

- Pues yo lo he oido por la radio. He oido que lo anunciaban para hoy

- Pues ya es raro, no tienen muchas oportunidades de hacerse publicidad. Yo voy a escucharles. He leído el programa que tienen colgado en internet y me gusta. Y a Rosa Diez ya la he visto en alguna ocasión, en alguna convocatoria de Basta Ya.

- ¿Es que es usted vasca?

- No, no, pero he tenido amigos allí y he seguido un poco el curso de estos movimientos contra el nacionalismo. Es que estoy harta, ¿sabe? El domingo, gane quien gane, pactará de nuevo con nacionalistas. Y quiero hacer algo por evitarlo.

- Esto se acaba

- ¿Qué se acaba?

- España

- Hombre, a ver si lo impedimos

- No sé, no sé. ¿Sabe? Hace unos años esa señora que va a ver usted y Nicolás Redondo Terreros, el hijo de Nicolás Redondo, ¿sabe?

- Sí, sí

- Pues bueno, esos socialistas estaban dispuestos para unirse al PP ¿sabe?

- Sí, sí

- Para acabar con el nacionalismo de allí ¿sabe usted?

- Sí, lo recuerdo perfectamente

- Pues se los cargaron, el ZP y los de MAdrid se los cargaron, y pusieron a PAtxi López.

- Así fue - cada vez estoy más ojiplática al escuchar a este hombre, ciudadano consciente de las miserias españolas.

- Sus mismos compañeros de partido les traicionaron. Y les hicieron el vacío ¿sabe usted? El hijo de Nicolás Redondo no sé por dónde anda, y esa señora de esta tarde, Rosa Díez, pues se ha tenido que montar otro partido. ¿Usted se acuerda de aquel ministro valenciano, Antonio Asunción?

- Claro, que fue ministro de interior. Por cierto, fue el que inventó la política de dispersión de los presos de ETA, que hasta entonces ellos y sus abogados tenían tomadas las cárceles como cotos privados.

- Aaaaaah, veo que lo recuerda bien. Es verdad, Asunción dispersó a los etarras....pero yo quería decirle que ese hombre dimitió. No pudo encontrar a Roldán, le salpicó el asunto y dimitió. Quiero decir, que yo al principio voté a Felipe. Las dos primeras veces, creo. Pero luego empezaron a salir todos esos escándalos, el GAL, los fondos reservados....¿me sigue?

- Sí, sí, le sigo.

- Acabaron con los compañeros decentes....entre todos han acabado con los socialistas decentes....quiero decir, ellos mismos, el Felipe y todos los demás. Se han vendido a todo. Han traficado con todo.

- Tiene usted razón.

- Yo solo quiero vivir tranquilo con mi mujer y mi hijo...pero cuando veo lo que están haciendo, la de problemas que están creando. Acabaremos el año con 2.800.000 parados o 3 millones

- ¿Sí?

- Seguro

- ¿Y todos los extranjeros que han venido estos años? ¿qué haremos con ellos cuando estén en el paro?

- Ahí tenemos un problema muy grande y no lo quieren ver. No han creado más que problemas muy graves por todas partes, el ZP y los suyos. - Conduce serio, está anocheciendo, ya nos vamos acercando a la playa.- ¿Sabe? yo tengo cuatro amigos: dos son mecánicos, uno empleado de banca jubilado, el otro taxista, como yo. Y todos los días almorzamos juntos. Nos conocemos de hace muchos años ¿sabe? Y ahora me llaman facha. Es que yo el domingo votaré a Mariano ¿sabe?

- Me parece muy bien, está usted en su derecho

- Es que ya le digo, me llaman facha, ahora....después de tantos años. Que yo siempre he sido un trabajador, que siempre he votado pensando en los trabajadores.

- Es que parece que en España te tengas que casar con unas siglas. Lo lógico es votar en cada momento lo que consideres mejor. Las sociedades y los partidos cambian, nuestra vidas también....mire, no haga caso, yo creo que sus amigos simplemente expresan inseguridad, su propio miedo a pensar, algo que usted hace libremente.

Nos aproximamos al Pabellón, hace un viento frío. En la puerta hay varias decenas de personas. Dentro seríamos unos 400. Pago la carrera:

- Quédese con la vuelta...y el domingo veremos qué pasa.

- Ya veremos, pero me tienen tan cansado....hale, buenas tardes, a ver si esta señora saca diputados y se junta con el PP, y cambian un poco esto.

- Buenas tardes.....a ver si la cosa mejora.

Cierro la puerta, el taxista, siempre serio, pone el intermitente, mete primera, y se marcha con su taxi por un Paseo Marítimo solitario y crepuscular.