En un artículo titulado "El cordón umbilical de Elionora" se formula una inquietante hipótesis que a mí, particularmente, me parece muy verosímil. Reproduzco el párrafo más relevante:
"LAS embarazadas saben, aún en los casos de inseminación artificial, que el parto será a los nueve meses, días más o días menos. Las fechas estaban cantadas. Y dudo mucho que los padres de la criatura por venir eludieran conocer su sexo cuando eran de tanta entidad sus derivaciones constitucionales. Pero de hacerse público se plantearía la polémica sobre la reforma constitucional con inconveniente anticipación. Y más todavía, al estar a la espera la cuestión, aún más peliaguda, de la reforma constitucional de matute promovida por el secesionismo catalanista que Rodríguez incitó y patrocinó. Alguien debió pensar que podría encerrar un doble beneficio la proximidad entre el nacimiento de la infanta y ese otro parto del debate sobre la admisión a trámite en el Parlamento del estatuto secesionista de Cataluña. El nacimiento de la infanta, sobre todo si se azuzaba a los medios, despertaría un ventajosa marea "rosa" susceptible de acolchar la preocupación pública hacia el amenazador disparate del Estatuto. E igual sucedería con las cábalas sobre la necesaria reforma constitucional para que la recién nacida pueda reinar, si es que el transcurso del tiempo y del acontecer político le dan ocasión, cosa a mi parecer harto problemática. Rodríguez fue informado y ajustó el calendario. El cordón umbilical iba desde el Ruber a la Zarzuela, de la Zarzuela a la Moncloa, y de la Moncloa a Ferraz para que lo cortara Pérez Rubalcaba antes de que pudiera llegar a Génova. Y de allí, a la calle."
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Estoy de acuerdo. La familia real conocía el sexo del futuro bebé desde hacía meses. Si hubiese sido niño ya lo habríamos sabido nosotros también. Pero como era niña...
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