lunes, 21 de noviembre de 2005

Respuesta de Pío Moa a Ernesto S. Pombo

El pasado 5 de noviembre el periodista de La Voz de Galicia Ernesto S. Pombo publicaba una 'recensión' del último libro de Pío Moa "Franco: Un balance histórico" que puede consultarse en internet. Pasados un par de días Pío Moa, haciendo uso del derecho de réplica, envió su respuesta a dicho artículo a La Voz sin que el periódico tuviera a bien publicarla.

Reproducimos a continuación esta respuesta íntegramente.


Señor director:

En un comentario sobre mi libro acerca de nuestro paisano Franco, Don Ernesto Pombo ha mezclado un ingenio o ingenuidad de damnificado de la LOGSE con una crasa ignorancia. No me extraña, dada la actual y masiva falsificación de nuestro pasado, financiada con dinero público, es decir, pagada por todos, y que resucita viejos odios.

Dice Pombo que no aporto nada nuevo. Pues a él, al menos, todo le parece nuevo y, como las personas inteligentísimas, reacciona riéndose de lo que ignora. Cree “un chiste” decir que Franco dejó un país próspero: en 1975 el índice de convergencia de la renta per capita española con la media de los países europeos ricos era de en torno al 80%. Después España volvió a retroceder con respecto a esa Europa, y sólo recientemente recuperó el índice de aquel año. Vaya risa, ¿eh?

También dejó Franco un país políticamente moderado. Los antifranquistas intentaron entonces la “ruptura”, como si los cuarenta años anteriores hubieran sido un paréntesis y valiera la pena enlazar con la convulsa república. La moderación y el buen sentido mayoritarios hicieron fracasar el plan, y ganó la Reforma democrática, de la ley a la ley. Por ello la transición fue pacífica y exitosa. Y por el antifranquismo de después de Franco, el de los extremistas y separatistas, sin olvidar el de la ETA, nuestra democracia está siendo empujada hoy a una grave crisis.

Al señor Pombo le “divierte” enterarse de que Franco siempre actuó como dirigente indiscutible, o que se formó en un ambiente militar liberal. Pues así fue, hombre, así fue. También le hace gracia saber que “la inmensa mayoría de los españoles no sentía humillación ni rebeldía”. Pues mire usted, los que luchamos contra el franquismo fuimos muy pocos, y la gente no nos seguía, pese a que en los años 60 la represión bajó muchísimo. Y no había tanto miedo: España era el país con menos presos de Europa, incluyendo los políticos. El franquismo no tuvo oposición democrática, y casi todos los que nos oponíamos a él aspirábamos a una dictadura diez veces peor. Al llegar las amnistías de la Transición salieron de las cárceles menos de 400 presos políticos, casi todos ellos comunistas o terroristas. Quizá la gente prefería a Franco antes que a tales libertadores. Por cierto, la guerra civil general terminó con una guerra civil dentro de la izquierda, entre quienes preferían rendirse incondicionalmente a Franco y quienes querían seguir bajo la férula de Stalin. También después ocurrió algo parecido.

Además, ¿cree alguien que la inmensa mayoría de los antifranquistas de ahora lo eran entonces? Ni por pienso. Es más, puede estar seguro el risueño señor Pombo de que, si volviera una dictadura, vería a la mayoría de esos héroes adaptarse e integrarse en ella.

Resulta paradójico que yo, que luché contra el franquismo arriesgando mucho, procure ahora una visión serena y no propagandística del pasado, mientras tantos que no movían un dedo o medraban en la administración de aquel régimen se muestran furibundos antifranquistas… algo a destiempo. La vida tiene estas cosas. Relea el libro con calma y verá cómo se entera de algunos hechos interesantes.

Agradeciéndole la publicación de esta carta le saluda atentamente
Pio Moa

5 comentarios:

  1. Felicidades por publicar lo que otros quieren acallar.

    Éste es uno de los múltiples ejemplos de revisionistas ágrafos que tienen una idea del franquismo distorsionada por sus ideas. Obviamente, durante el mandato de Franco muchas cosas fueron malas, pero los hechos se rebaten con hechos y las cifras con cifras, no con ideología.

    Es sorprendente la cantidad de gente que te encuentras por ahí que dice cosas como "cuando echamos a Franco".

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  2. En efecto, Manuel, es sorprendente la cantidad de personas que quieren engañarse a sí mismas. Lo cual, oye, allá ellos, pero lo que no vamos a permitir, al menos, sin alzar la voz, es que nos engañen a los demás.

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  3. Leí esa reseña en La Voz y en efecto me pareció proceder de un iletrado. La verdad es que me enfureció la superficialidad e ignorancia del tipo que escribió esa basura.

    Los hechos, por otra parte, no rebaten siempre a otros hechos. La comprensión histórica varía de un historiador a otro partiendo de mismas fuentes de información. En la tarea historiadora todos los juicios que se hacen son, al final, fruto de una ideología puesto que los datos no se interpretan a sí mismos. Por eso hay que tener mucho cuidado y hablar lo menos posible de historia haciendo paralelismos con el presente o, con datos históricos, hacer predicciones.

    Salud y libre comercio

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  4. Aquí un día se generó un debate sobre Pío Moa y la guerra civil. Hay gente que no ve en Pío Moa a un historiador riguroso.

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  5. Me consta, Alberto, que hay gente que no ve en Pío Moa a un historiador riguroso.
    Pues nada, a seguir debatiendo.

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