Es usted, imagínese, un ecuatoriano o un uruguayo o un gallego o un vasco o un murciano o un andaluz que llega a Cataluña a trabajar y manda a sus hijos al colegio público. Pues bien, no solamente a sus niños se les enseñará en catalán, sino que cuando usted vaya a una reunión de padres, los profesores le hablarán en catalán aun a sabiendas de que usted no lo entiende. ¿Qué le parece? Pues para ir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Estoy convencido de que en ningún otro lugar del mundo serían tan crueles con los padres extranjeros que no hablan el idioma del país, como lo son estos tipos de la Generalitat y esos profesores con los padres (y los niños) que hablan español, que es el idioma oficial en toda España, y naturalmente, también en Cataluña.
Hace unos días nos enterábamos de que a los profesores universitarios se les exigirá un nivel C en catalán. Este tipo de clasificaciones me recuerdan el afán ordenador y organizador con el que se fue desarrollando la persecución de los judios en la Alemania nazi. Eran muy metódicos, los nazis. De principio no exterminaron a los judíos; de entrada, se limitaron a señalarlos y a repudiarlos. La primera y principal tarea fue convertir a los judíos en "el otro", primer peldaño para la deshumanización subsiguiente. Para matarlos había que deshumanizarlos y para deshumanizarlos había que verlos como "extraños", ajenos a la nación germana.
¿Les suena? Los que hablan español no son buenos catalanes, buenos vascos, buenos gallegos; luego no son catalanes, vascos ni gallegos; luego no tienen derechos; luego merecen que se les maltrate de palabra y luego, quién sabe; en el País Vasco son asesinados, se verifica su muerte física, en Cataluña y pronto en Galicia se produce su muerte civil; son apestados, escoria que merece ser insultada y expulsada.
Exigirán el nivel C y dicen que sólo llevará sesenta horas conseguir ese grado de conocimiento del catalán. En sesenta horas, es evidente, no se aprende un idioma. Pero de lo que se trata no es de aprender el idioma, sino de hacer cumplir el requisito, de obligar a los ciudadanos a rendir tributo a los símbolos de la "nación" catalana.
Bueno, aquí parte de la nota que aparece en La Razón sobre el asunto de los padres y la escuela:
«Se niega la comunicación con los padres»M. Pardeiro
Barcelona- La obligación impuesta por la Generalitat a los docentes de la escuela pública para realizar la totalidad de su actividad en catalán genera no pocos problemas de comunicación con los padres. El centro de educación infantil y primaria Baloo de Barcelona es sólo un ejemplo de estas «interferencias». Padres que tan sólo dominan la lengua castellana terminan por ausentarse de las reuniones con el profesorado, ya que no pueden comprender sus explicaciones. Tras varias charlas en catalán, optan por no asistir a las citas con los maestros ante la imposibilidad de entenderse.
«Me parece mal que se niegue una vía de comunicación con los padres, sobre todo cuando está en tu mano», asegura Josep Maria Teixidó, profesor en prácticas en el centro. En este contexto, se muestra partidario de flexibilizar la cuestión idiomática, ya que considera «muy importante» la relación con los progenitores para el seguimiento de la evolución de los alumnos. Esta circunstancia afecta especialmente a inmigrantes procedentes de Latinoamérica, pero también a españoles que sólo se desenvuelven con soltura en lengua castellana.
Teixidó señala la causa del uso sistemático de la lengua catalana: «Si usáramos el castellano, muchos alumnos pasarían a expresarse en esta lengua y se perdería de vista el objetivo marcado por la Generalitat para convertir el catalán en la lengua vehicular de la enseñanza».
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Rouco, tu abyecta demagogia es cada vez más chapucera. Los españoles residentes en Cataluña (España), sean catalanes o no, y por el hecho de ser españoles, sólo tienen que aprender una lengua, la común de todos los españoles: el castellano. Eso sí, nada ni nadie les impide aprender voluntariamente catalán, gallego o chino mandarín.
ResponderEliminarLos vascos encontraron la palabra
ResponderEliminarNAS (no asimilables al sistema) suena naci pero es pneuvista.
Un cordial saludo
Pilar
Pues mira que se te ha repetido veces, eh?
ResponderEliminarVa una vez más.
La cuestión no es que "haga falta" aprender castellano para nada. La cuestión es la de la libertad de cada pesona a usar el idioma que quiera sin que el Estado tenga nada que imponer al respecto.
Luego, el que quiera llevar a su hijo a un centro en el que sólo le vayan a hablar catalán o gallego o castellano... pues adelante. Pero debe haber libertad de mercado en la enseñanza para que los padres tengan libertad (pero de verdad) en su elección.
El Estado que se ocupe de limitar su poder y devolvernos nuestras libertades.