Para los hinduistas, el misterio de la arquitectura del Cosmos constituye asunto baladí, hace siglos resuelto por lo demás. Según ellos, el globo terráqueo descansa sobre un elefante, el elefante se sostiene en una tortuga y la tortuga reposa encima de una serpiente. El único problemilla surge cuando se les pregunta quién aguanta a la culebra. Llegados a ese punto, miran hacia otro lado y cambian de conversación. Bien, pues con los galleguistas ocurre algo parecido. Para nuestros quintanas, beiras, rodríguez(es) y losadas, Galicia es una nación; la nación fue engendrada de una lengua propia; la lengua propia incorpora y transmite, de generación en generación, el espíritu del pueblo; y el espíritu del pueblo procede de… –"Ah, qué equipazo tiene el Barça este año".....
(Mierda. Se me ha escapado. Volvamos a empezar. Esto aún está verde, chicos)
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_30027.html
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Nuestras rabietas son las de los gallegos que, mayormente, no encuentran necesario reformar el estatutiño. A pesar de lo que diga el sondeo cocinado por Antón Losada.
ResponderEliminarTus rabietas son tuyas Rouquiño, y de cuatro como tú que no sabéis hacer otra cosa que insultar cuando se os acaban los argumentos, que suele ser pronto.
Tersa Táboas lo dice bien claro: CAMBIAR EL PAÍS, CAMBIAR EL PAÍS, CAMBIAR EL PAÍS!!!
Eu tamén son fillo de emigrantes. Soy un gallego independiente que no quiere sumisión a una idea nacional-fascista de Galicia.
¿Quién no es hijo o nieto de emigrantes, aquí? Lo más gracioso es que hable esta Teresa de su nostalgia por Galicia y luego quiera cambiar el país, o sea, que como es no le gusta. Hay gente que debería cambiarse a sí misma, pero que en lugar de hacerlo se dedica a intentar cambiar lo demás. Y cuando dicen cambiar ya sabemos lo que hay detrás: un país novo, un ser humano nuevo...la tabula rasa de los mesianismos y totalitarismos.
ResponderEliminarIdentidad y compromiso, compromiso e identidad. Dale que te pego con la misma monserga una y otra vez...
ResponderEliminarCastelao era malo, pero esta decadencia casi le hace Premio Nobel.
Por cierto, Rouco, ¿cómo va lo de Méndez Ferrín? A ver si a la sexta va la vencida.
Que tiene un hemisferio cerebral dañado.
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