jueves, 16 de febrero de 2006

Perales o cómo van las cosas con ETA

¿No dice el gobielno que no está negociando con la ETA? ¿No dice que eso es mentira podrida, inmundicia, bajeza, ruindad y maledicencia? Entonces, por qué Perales, Alfonso, secretario de no sé cuantitos del PSOE, pájaro de cuenta, que ya lo conocemos, declara en la SER (auténtica):
"No deja de ser curioso que mientras mejor van las cosas en relación con la lucha contra ETA, ellos más barbaridades van diciendo cada día sobre el presidente del Gobierno especialmente".

A ver, Tío Afonso, explícame cómo sabes tú, si no estáis negociando, que las cosas van mejor con la ETA. Y díme qué cosas son y cuáles van mejor, Perales del olmo. Anda, díselo a los primitos de la SER si no quieres decírselo a otros menos cariñosos. No me digas que te refieres a eso que llaman, los intectualos de El País, una "tregua tácita", porque no cuela. No, Perales, que tú estas diciendo que las cosas van mejor, como si hablaras de ese negocio que te empieza a ir bien después de una mala temporada o de esa relación de pareja que se va apaciguando.

¿Seréis pareja de hecho o de derecho con la banda asesina? ¿Estáis ya hasta las cejas como el PNV en el Pacto de Estella o mantenéis un pie en el estribo? Mi loro y yo creemos que estáis en el fango hasta la coronilla, Perales de la morería. Váis a vender la libertad y la justicia por un plato de lentejas.

A mi loro y a mí, que nos chupamos aquello de los 25 años de paz del franquismo, eso de la Paz, que andáis trayendo y llevando como si fuera el Santo Grial, nos deja más fríos que una merluza en mar del Norte. Paz la había en la dictadura, y bien duradera y efectiva. Paz la hay siempre en las dictaduras. Puede que cuando aflojan un poco la mano, surja una banda terrorista, como pasó aquí con ETA, nacida ya a finales del franquismo (en el 68, nada que ver con los cuarenta y los cincuenta en punto a represión) y en los seminarios de la iglesia vasca, ya ves. Pero si miras por ahí, Perales de la violeta, verás que los grupos terroristas donde más se crían es en las democracias.

De modo que, ya digo, para paz, paz, la de los cementerios. Hitler hablaba de Paz. Stalin peroraba sobre la Paz. Y mira los cementerios que alimentaron esos dos y sus compinches. Pero nada, Perales, no te pedimos que reflexiones sobre estos asuntillos, sino simplemente que nos cuentes cómo demonios sabes tú cómo van las cosas con ETA.

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