A pura consigna, la cáfila socialista y sus parásitos berrean por todas partes y escriben en todos los libelos lo malísimos que son los que critican a Zapatero por intentar aquello que "todo el mundo desea": la búsqueda de la Paz, pace, peace, con ETA. Hoy, el contable Pérez Touriño se ha sumado al coro con su vocecita de mosquito muerto. Hay que ver, ciudadanos y ciudadanas, qué requetemalos y qué bajo caen esos que se oponen a tan buenos propósitos y loables intenciones como las que alberga Zetapé en su corazoncito de melón.
Aquí, Touriño, versioneado por el Correo gallaéctico:
"Me resulta imposible entender", reconoció (sic), "cómo en esta España domde nunca nadie se atrevió a hacer oposición con este tema" los populares "hacen la vida imposible" al Gobierno con un asunto "crucial". "¿Cómo han llegado a caer tan bajo?", se preguntó. "Es un camino sin retorno que no conduce a ningún lado", advirtió antes de abogar por la prudencia ante el "horizonte" de la paz. "La apuesta no puede ser otra que la búsqueda de la paz, España lo necesita", concluyó.
Mire usted, Touriño, España no necesita ninguna paz porque no está en guerra. Lo que necesita es que se persiga a los terroristas, que sean detenidos y juzgados, que cumplan sus penas íntegramente cuando no se arrepienten, y no que salgan antes de tiempo como ha venido ocurriendo gracias a que SU partido se negó por seis veces mientras gobernaba en España a cambiar el Código Penal franquista. Lo que necesita es que se aplique la Ley y que se haga Justicia. Lo que necesita es que siga arrinconando a los terroristas, hasta que ya no sean más que un grupo marginal, que no cuente para nada.
También se necesita que se mantenga en la ilegalidad a quienes forman parte del entramado terrorista, cosa que se hizo sólo hace cuatro años, gracias también a que SU partido no quiso nunca ilegalizarlos, y en lugar de luchar contra ETA a cara descubierta y de meterle en la cabeza a las gentes de izquierda que no era más respetable ETA de lo que podría ser una organización armada nazi, se dedicó a organizar la guerra sucia, a tratar de "resolver el problema" por la vía subterránea y criminal.
Mientras SU partido se negaba a cambiar el código Penal y permitía que el brazo político de ETA siguiera en las instituciones y recibiera dinero público, que los cómplices se movieran con impunidad, que chantajearan a la sociedad vasca, que la llamada kale borroka saliera gratis, que el PNV no persiguiera a los terroristas ni a sus cómplices (la ertzantza no ha detenido a un solo etarra, señor), mientras hacían la vista gorda a todo eso, USTEDES permitían que las víctimas del terrorismo fueran enterradas en la clandestinidad, sus féretros sacados por la puerta trasera de las iglesias, su nombre borrado, la noticia de su asesinato prácticamente ausente de los medios.
Así que mientras SU PARTIDO, señor Touriño, hacía esa política que no era antiterrorista ni nada, sino una pura basura, montaba los desastrosos GAL para tratar de sacarse "el problema" del medio. ¿Quién ha caído bajo, Touriño, en la larga historia de la lucha contra ETA? El PSOE, en realidad, solo ha tenido política antiterrorista (el GAL no es tal) en una ocasión: cuando Nicolás Redondo Terreros y su equipo la hacen. Cuando se oponen frontalmente y en todos los frentes a ETA y a sus portamaletas. Una política que Zapatero se cargó por orden del archipámpano Cebrián, Juan Luis en el año 2001. Con el PNV nos iba mejor, dijo el pollopera. Y ahí están, tratando de que traguemos lo intragable.
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