El día en que el abogado Txema Montero, ex de HB, dice en El País cosas muy convenientes para el gobierno, y deja caer que el ejemplo del IRA fue decisivo para que ETA empezara a considerar su jubilación (eso es lo que quiere hacernos creer Montero), recupero este artículo de Rogelio Alonso, que apareció en El País y ahora está en la web de la Fundación para la Libertad.
Los errores del proceso norirlandés
El "proceso de paz" norirlandés ha sido tomado como referente por políticos y periodistas en nuestro país que buscan su aplicación al ámbito vasco. Muchos de ellos asumen como premisa el final feliz del mismo al entender que ha garantizado el fin del terrorismo del IRA y su desarme. Por ello sugieren que el proceso que se inicia con el alto el fuego de ETA exigirá un pragmatismo como el que han mostrado dirigentes británicos e irlandeses. Deducen en consecuencia que el proceso hasta el final de ETA será largo, duro y difícil; si bien insisten en que en absoluto pagará nuestra democracia ningún precio político a cambio. Sin embargo, la interpretación que muchos de estos observadores realizan del proceso norirlandés ignora que tanto el Gobierno británico como el irlandés han permitido finalmente que el terrorismo extrajera réditos políticos.
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