martes, 17 de octubre de 2006

Liberal, catalanista (y un poco racista)

Sala i Martín, por si no lo conocen, es una rara avis en el panorama ideológico español. Es un ortodoxo neoliberal -economista de prestigio en Columbia- y es un declarado nacionalista catalán, rama independentista. Escribe en La Vanguardia -sorry, no link- y ahora en las elecciones se dedica a hacer entrevistas a los candidatos. La primera de ellas, la de Montilla, se ha convertido en noticia por sí misma. El abrupto final con el que se despide Montilla es memorable:
Però tu que t’has cregut! Però tu que t’has cregut, tio! Estiguis o no estiguis a Columbia!
Tras su primera y tempestuosa entrevista, esperaba atento los tonos y maneras con que abordaría a Artur Más. Las preguntas siguen siendo incisivas, bastantes de ellas inteligentes ("¿Por qué nos piden que ahorremos agua al limpiar los dientes, cuando el 60% se gasta en una agricultura inútil y dañina para los países pobres?"), pero Artur Mas se muestra más hábil y escurridizo que el torpe Montilla. Cambia, sin embargo, el tono. En el fondo, queda claro que Sala entrevista a uno de los suyos, de su misma clase y entorno. No siente hacia él la hostilidad latente que rezuma su entrevista a Montilla.
Es en el interrogatorio sobre la lengua donde queda claro la comunidad entre Mas y Sala. Sala reprochaba a Montilla su dominio deficiente de la lengua. Montilla se defiende argumentando, no sin razón, que lo suyo tiene más mérito porque no la ha aprendido en la cuna. A Mas le critica que siguiera llamándose oficialmente Arturo hasta 1999.
-Eso es un dato administrativo
-Pero yo lo hice en el 76, en el mismo momento en que fue legalmente posible, responde Sala
-¿Qué idioma se hablaba en su casa? -pregunta Sala, con el tono de quien investiga un dato decisivo para elucidar la capacidad de un candidato para gobernar Catalunya.
-Catalán, siempre catalán -se apresura a responder Mas. Quiere dejar claro que cumple una de las condiciones necesarias para presidir la Generalitat: que su mamá le hablase en catalán.
La lectura del artículo me confirmó que Sala i Martín pertenece a un grupo de personas sobre el que tengo echado mi ojo. Son miembros de la clase media barcelonesa, inteligentes y preparados, que, empero, sufren una curiosa enfermedad intelectual llamada catalanismo. Ocurre así que estas gentes destacan en sus ramas de conocimiento, parecen iguales a cualquier colega profesional europeo, pero en cuanto les tocan el tema Cataluña/catalán, abandonan toda inteligencia crítica y se convierten en forofos aferrados a una bandera.
Sala i Martín, el mismo que se asombraría si en Columbia le pidieran sus credenciales WASP o kosher, el mismo que defiende el dinamismo de un mundo cambiante, considera que Cataluña ha de mantener intocables sus esencias. Y que los recién llegados, aún siendo ya la mayoría, han de mutarse en catalanes de toda la vida, si es que tienen la desvergüenza de aspirar a la presidencia de la generalitat.

3 comentarios:

  1. Yo no interpreto de esa forma su entrevista. Montilla está a favor de que se excluya de la carrera a los funcionarios que no acrediten un nivel c de catalán. Exige que su bedel tenga una acreditación que él no tiene. Ese incoherencia se la podría haber reprochado el mismo Losantos.

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  2. Xala i Martin creo ha participado en alguna Universidad de verano de la FAES, corregidme si me equivoco.

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  3. Gran post, Cato. Comparto tu impresión, y me baso en experiencias personales.

    Anónimo: Dudo mucho tirando a muchísimo que XSiM haya participado en nada relacionado con FAES. No me suena que esté en su Observatorio Económico, por ejemplo.

    Este ególatra profesor de Columbia lo es también, ¡cómo podría ser de otra manera!, de la Pompeu Fabra. Suele dar un curso allí todos los años, en el segundo semestre.

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