Y mal por Paco Vázquez

El ex alcalde de La Coruña se las ha dado siempre de defensor de la nación española, el idioma común y esas cosas, pero esa máscara le hace de alfombra para esconder las porquerías. Vemos en la entrevista que hoy le hace El Mundo algunas de ellas, que se ocultan bajo los titulares que subrayan lo que el periódico o la periodista quieren oír de este señor, hoy embajador en el Vaticano por deseo de ZP, o sea, para nada bueno.

Vázquez manifiesta su respaldo al proceso de negociación con ETA: "Zapatero ha dicho que va a buscar la paz dentro del marco constitucional y tiene todo mi apoyo". Repite luego lo que estos días dicen más o menos De la Vega y otros prebostes socialistas, cogidos en el amistoso lazo que le tendieron a la banda: que "no habrá paz a cualquier precio, porque los socialistas no lo consentiremos".

Dice después que "lo que pide ETA es algo inviable" (nótese el adjetivo blando) y entonces suelta: "El derecho de autodeterminación no existe, pero habrá otros caminos". Le interroga la periodista: ¿Cuáles? Y suelta él: "En una España autonómica cuasi federal siempre habrá fórmulas para darle un reconocimento a los hechos singulares vascos".

Vamos a ver, Vázquez engominado y endomingado, ¿acaso no existe ya el reconocimiento de eso que usted llama "hechos singulares vascos"? ¿La fórmula autonómica y el Estatuto de Guernica, como otros Estatutos, no recojen y articulan precisamente esas singularidades? Pues según Vázquez, no. Lo que ha dicho es que no. Que habrá que sacarse de la manga más "fórmulas". Ya vemos.

Pero además Vázquez está de acuerdo con Durán Lleida y otros que hacen ostentación de su condición de católicos para asegurar, ellos siempre más papistas que el Papa, que la cadena Cope transmite mensajes "que nada tienen que ver con el Evangelio". Seguramente, las actividades de don Francisco tienen menos que ver todavía, pero como ni mi loro ni yo somos especialistas en los Evangelios ni queremos hurgar ahora en otras alfombras del señor este, lo dejaremos ahí. Pero es evidente a lo que apunta: no le gusta nada, nada, nada, que desde un medio de comunicación se critique con contundencia al gobierno de su señor Zapatero.

Para disfrazar su deseo censor, el ex alcalde hace acto seguido la pirueta de situar su crítica a la emisora de sus desvelos (que no les obligan a oír a él ni a nadie) en el hecho de que "ataca a instituciones importantes y bien valoradas por el Vaticano, como la Corona". O sea, que le preocupa a este señor que alguien desde una emisora pueda enjuiciar negativamente a la monarquía... o pueda criticar determinadas acciones y omisiones del monarca. Y además ¡va de portavoz del Vaticano, el tío!

Que Vázquez se destape como enemigo (uno máis) de la emisora más crítica con el gobierno zetapédico, nos congratula.