Quejas turísticas

Hace ya tiempo, comentaba aquí que la afición de nuestras autoridades por rotular sólo en gallego sitios de atractivo turístico era empobrecedora. No lo decía por nosotros, gallegos hispanohablantes, que ya nos hemos hecho a la idea de que nuestra lengua, la común de Galicia, es oficialmente denostada y repudiada. Lo digo por esa gran mayoría de turistas españoles, que a nuestras tierras vienen, y a quienes el monolingüismo molesta e irrita. No extraña, se les está diciendo tácitamente, no sois bienvenidos a Galicia.

Hubo gente que me lo rebatió, diciendo las memeces de costumbre. Sin embargo, una carta al director en Elpaís (encontrada en Galiciabilingüe), da cuenta de esa molestia.

He pasado junto con mi marido unos días en la provicia de Orense disfrutando de sus monumentos, historia y paisajes. Lo primero que nos llamó la atención en sentido negativo fué que, salvo honrosas excepciones, tanto la literatura turística como las placas de los monumentos explicando su historia, solo están en gallego, con la consiguiente dificultad de traducción para los castellanohablantes. (...) Señores de la Xunta, un poquito más de respeto con el turismo.......

Otra muestra de que la enfermiza obsesión del nacionalismo por expulsar simbólicamente al castellano de nuestra tierra no es sólo prueba de paletismo elevado a ideología, sino un suicidio económico y social para nuestra tierra. El tristísimo silencio de las empresas de turismo, dañadas por estas tonterías, corrobora otra cosa: la cobardía profunda de una sociedad que critica en privado estas medidas pero en público calla.