Diego Medina
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TODAVÍA a veces, recuerdo cuando en mi mocedad, en los últimos tiempos del franquismo, inquieto por la solidaridad social y por la necesidad de cambio que en aquellos años se respiraba, leí «El capital» de Marx. Por entonces formaba parte de un grupo de jóvenes que, llevados en parte por la curiosidad y en parte por lo que en aquel momento pensábamos que era una actitud osada, ojeábamos obras que tópicamente se consideraban clandestinas.
De aquella concreta lectura de Marx aprendí, entre otras importantes cosas, el concepto de «plusvalor» -o «plusvalía»-. Es decir, la diferencia entre el valor de producción de «la fuerza de trabajo» del trabajador y el valor económico generado por esa fuerza del trabajo. También aprendí que en el capitalismo este excedente económico, en lugar de distribuirse entre el pueblo, se lo apropia el capitalista generando así la base de acumulación.
Lo que no podía suponer yo, en aquellos años, es que después de mucho tiempo, un gobierno socialista en España, contribuiría legalmente a favorecer la creación de acumulados sobre la llamada «propiedad intelectual», es decir sobre la producción cultural. Si el mero hecho de proclamar la propiedad -en lugar de abolir cualquier forma de propiedad- sobre la producción intelectual, constituye ya, de por si, una traición al marxismo -traición en la que participan todos los cómicos «falsos socialistas» españoles-, la consagración de un canon -un plusvalor sobre los medios que sirven a la reproducción de la cultura- me parece el máximo de hipocresía por parte de quienes se llaman solidarios demócratas; cuanto más cuando quién deberá pagar el canon es el pueblo y sólo para que determinados capitalistas -vestidos con la piel del socialismo- sigan haciendo crecer su acumulado.
No obstante, mañana será Navidad y es tiempo de perdón, Por eso desde aquí manifiesto mis deseos de paz y felicidad a todos, incluso a los falsos socialistas del Mercedes, del Chalet y de las corbatas de seda, las mismas que se pueden permitir a base de explotar al pueblo con tasas y cánones. Así pues, ¡Que la paz sea con todos! ¡Feliz Navidad!
TODAVÍA a veces, recuerdo cuando en mi mocedad, en los últimos tiempos del franquismo, inquieto por la solidaridad social y por la necesidad de cambio que en aquellos años se respiraba, leí «El capital» de Marx. Por entonces formaba parte de un grupo de jóvenes que, llevados en parte por la curiosidad y en parte por lo que en aquel momento pensábamos que era una actitud osada, ojeábamos obras que tópicamente se consideraban clandestinas.
De aquella concreta lectura de Marx aprendí, entre otras importantes cosas, el concepto de «plusvalor» -o «plusvalía»-. Es decir, la diferencia entre el valor de producción de «la fuerza de trabajo» del trabajador y el valor económico generado por esa fuerza del trabajo. También aprendí que en el capitalismo este excedente económico, en lugar de distribuirse entre el pueblo, se lo apropia el capitalista generando así la base de acumulación.
Lo que no podía suponer yo, en aquellos años, es que después de mucho tiempo, un gobierno socialista en España, contribuiría legalmente a favorecer la creación de acumulados sobre la llamada «propiedad intelectual», es decir sobre la producción cultural. Si el mero hecho de proclamar la propiedad -en lugar de abolir cualquier forma de propiedad- sobre la producción intelectual, constituye ya, de por si, una traición al marxismo -traición en la que participan todos los cómicos «falsos socialistas» españoles-, la consagración de un canon -un plusvalor sobre los medios que sirven a la reproducción de la cultura- me parece el máximo de hipocresía por parte de quienes se llaman solidarios demócratas; cuanto más cuando quién deberá pagar el canon es el pueblo y sólo para que determinados capitalistas -vestidos con la piel del socialismo- sigan haciendo crecer su acumulado.
No obstante, mañana será Navidad y es tiempo de perdón, Por eso desde aquí manifiesto mis deseos de paz y felicidad a todos, incluso a los falsos socialistas del Mercedes, del Chalet y de las corbatas de seda, las mismas que se pueden permitir a base de explotar al pueblo con tasas y cánones. Así pues, ¡Que la paz sea con todos! ¡Feliz Navidad!
El canon es del 2003, del PP, por tanto. El PSOE únicamente lo modifica, pero lo creó el PP.
ResponderEliminarAhora, como saben que van a perder, y están desesperados, se agarran a un clavo ardiendo (y donde dicen Diego dijeron digo).
¿Escuece? Pues a rascarse.
Sofie: Falso. El cánon se aprobó en la LPI del 87. Es más, se viene aplicando a cintas de casette, aparatos con la posibilidad de grabar (videos, radiocasette), fotocopiadoras, desde entonces. A sufrido varias reformas desde ese año. Así que informate más. Sólo ahora con Internet, y con la libertad que ha dado la Red se ha permitido que este tipo de noticias y cánones nos enteremos todos.
ResponderEliminarAhora, como saben que van a perder, y están desesperados, se agarran a un clavo ardiendo (y donde dicen Diego dijeron digo).
ResponderEliminarPero el clavo ardiendo de los titiriteros no va a salvar al PSOE. Son muchos menos que quienes decimos NO al canon. Suficientes.
Sofie, mientes, manipulas.
ResponderEliminarEl canon del 2003 es un acuerdo privado entre fabricantes de soportes y sociedades gestoras de derechos de los artistas, es el PSOE el que le da rango de ley.
Hale, a medrar a otro sitio.
Vale. Aceptemos que en el 2003 únicamente hubo un "acuerdo privado" para modificar la ley del 87, o algo así entiendo de las intervenciones anteriores, y del texto siguiente:
ResponderEliminarhttp://www.elpais.com/articulo/internet/controvertida/historia/canon/elpeputec/20071218elpepunet_7/Tes
El caso es que NO ES EL CANON PROGRE. Es una falsedad que sea el PSOE quien defiende el canon mientras el PP se opone. Si el PP estuviera en contra del canon, lo habría retirado en su momento, cuando pudo, cuando gobernó. No lo hizo.
Por sus HECHOS les conoceréis. Ahora puede decir misa si quiere. Lo importante es lo que hizo cuando gobernó, y entonces NO RETIRÓ EL CANON, cuyos orígenes se remontan al 87.
El caso es que en el 2003 la SGAE ya estaba chupando del bote, ¿verdad? Ya estaba todo el mundo pagando por CD y DVD, independientemente de lo que grabara en ellos.
Antes de la semana pasada habría sido muy discutible llamarle canon progre, pero ahora no.
ResponderEliminarhttp://www.libertaddigital.com/noticias/kw/canon/canon_digital/congreso/kw/noticia_1276320013.html
¿? ¿Por qué motivo la semana pasada sí, y ésta semana no?
ResponderEliminar"el PP lo calificó de "medida anticuada, medieval y anacrónica que limita la libertad de los ciudadanos"
Si tan anticuada y antiliberal es el canon, entonces, ¿por qué motivo no lo eliminó cuando gobernaba el PP? Estamos de acuerdo en que el canon es del 87, ¿no? Pues eso, no hay diferencia entre la semana pasada y ésta. El PP no está en contra del canon, está a favor. Dice que está en contra porque vienen las elecciones, y lo tiene muy chungo, y hay que arañar votos de donde sea. Pero si estuviera realmente en contra lo habría eliminado, y no lo hizo (es más, como saben hay polémica en el propio PP por culpa del canon).
El PSOE, por otra parte, la semana pasada no crea el canon, sino que lo modifica, abaratando el canon en los CD y DVD además de en otros dispositivos, y aplicándolo a otros que no lo tenían.
HECHOS, no palabras. Por sus HECHOS les conoceréis.