lunes, 11 de agosto de 2008

Comentarios al artículo de Albert Esplugas ‘Nacionalistas sin Z’ (1/5)

de nuestra amiga Carlota Corday:
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Ha circulado estos días en algunas listas de correo un artículo de Albert Esplugas titulado Nacionalistas sin Z. Empieza por la conclusión -prudentemente formulada- de que le parece un exceso retórico referirse a los nacionalistas de CiU, ERC, el BNG o el PNV como nazis o naZionalistas, conclusión o tesis que avala con una serie de argumentos.

No discuto la conclusión -discutible hasta el amanecer boreal- pero me importa mucho el método, y voy a comentar seguidamente, al hilo del propio artículo, tanto la tesis como sus premisas explícitas, sangrando el texto de Esplugas:
Me parece un exceso retórico llamar nazis o naZionalistas a los nacionalistas demócratas -CiU, ERC, el BNG o el PNV-. Creo que es inapropiado y contra-producente por varios motivos:
En primer lugar, en la tesis misma hay una petición de principio, y, creo, una falacia muy habitual. Está en la atribución de la condición de demócratas a los nacionalismos enumerados.

Bien: suspendamos ínterin el juicio, tremendo, de nazis, pero acaso debamos reparar también en si la atribución del título de demócratas no es gratuita. Porque los excesos retóricos pueden producirse en cualquier dirección ¿no?
En abstracto cabría postular conforme al principio general de buena fe que es demócrata un partido o un movimiento en tanto no demuestra lo contrario. Dado que las siglas citadas concurren a las elecciones en el seno de un estado de derecho -figuran inscritas en un registro público al que se accede previo examen de unos estatutos expresivos de una organización y funcionamiento internos democráticos y de la ausencia de fines delictivos- tales partidos o movimientos serían democráticos.

Pero no es tan sencillo, y en realidad ni siquiera es así:
1. la democracia en abstracto no existe. Sólo existen democracias concretas y determinadas, en una parte relativamente pequeña de la Humanidad. En el curso de la Historia acaso pueda decirse que hay una democracia aguardando a cada demos, pero la mayor parte no la han conocido nunca, y pese al optimismo antropológico, cabe temer que algunos nunca la conocerán. La democracia realmente existente en España es la democracia española, es decir, la correspondiente al pueblo español, del que emanan todos los poderes del estado -en pura lógica democrática-. El pueblo español es uno de los afortunados que, no sin enormes dificultades, ha alcanzado un estado democrático, con sus limitaciones e imperfecciones -cuya crítica y enmienda nos ocupa hasta la extenuación a muchos ciudadanos- pero que cumple mejor o peor los estándares mínimos. Y se da la circunstancia de que todos los partidos enumerados por el articulista aspiran a destruir la democracia realmente existente.

2. La segunda cuestión es si tal aspiración obedece a una insatisfacción democrática por la democracia realmente existente, y busca su mejora -democrática- o substitución por otras democracias mejores -en el único sentido democrático en que varias democracias alternativas a la democracia realmente existente podrían considerarse mejores: es decir, más democráticas, admitiendo que se trate de una cuestión de cantidad (menos aristocráticas, menos caciquiles, menos ... En fin, con menos vicios o defectos, y más virtudes y ventajas desde un punto de vista democrático abstracto: con más libertad e igualdad, que son los valores definitorios básicos de la democracia constitucional, de los que derivan los instrumentales -gobierno representativo, imperio de la ley, división de poderes, garantía de los derechos, ...)-
Desde este punto de vista creo que la atribución de la condición de demócratas a los nacionalismos que se valen de la democracia realmente existente para destruirla es no sólo gratuita, sino también falsa.

Nuestra democracia no fue muy exigente en los requisitos para participar en el juego político. Admitió partidos cuyo designio histórico era la implantación de la dictadura del proletariado, algo muy poco democrático, aunque hayan acabado por substituirlo por la dictadura del progretariado.
Concurren a las elecciones partidos que son parte de organizaciones criminales, según es público y notorio -PCTV, ANV- y lo hacen con la complicidad activa y necesaria de los otros partidos nacionalistas demócratas -y también del socialismo gobernante, cuyas acciones y omisiones han sido determinantes de la actual situación-. ERC encuadra a terroristas que no sólo no se han arrepentido, sino que hacen apología del terrorismo. El BNG está formado en torno a una organización matriz, UPG, que, si no me equivoco, se define como marxista-leninista, es decir, potencialmente terrorista en función de las circunstancias. De hecho, enterró las armas debido a la hostilidad ambiental para su uso -razones coyunturales-. Todos ellos se refieren al terrorismo como lucha armada y sus condenas son contradictorias con la red de apoyos que han tejido para legitimarlo, ampararlo ... y, en el caso del PNV y EA, con la inhibición policial frente a sus manifestaciones, con la calumnia a las fuerzas de seguridad del estado, ... fatiga y asquea el examen de la actitud de este partido en esta cuestión. Todos los partidos nacionalistas demócratas legitiman el terrorismo secesionista por el mero reconocimiento de que tiene causas, y por la invención de un conflicto explicativo, que equipara a los terroristas como vanguardia de los respectivos 'demos' in fieri con el estado de derecho existente, y, por tanto, con el demos español que es su presupuesto.

El relativismo practicado por estos partidos -exigencia de escrupuloso respeto al sistema legislativo en que, mediante fraude evidente, De Juana Chaos ha saldado veinticinco asesinatos con nueve meses de privación de libertad c/u, pero ningún respeto con el sistema constitucional de competencias según el que los presidentes de comunidades autónomas no pueden convocar referéndum. ... y así muchos más ejemplos-; el desprecio por la ley no es característica de un partido democrático. Es la marca de lo contrario, y estos partidos viven directamente en el fraude de ley o aspiran a perpetrarlo. Son partidos anti-sistema (democrático) a los que vemos convocando manifestaciones contra los poderes legítimos del estado, como las de Ibarreche contra el Tribunal Superior de Justicia con ocasión de la imputación de Atucha, o de ser llamado a declarar él mismo, o anunciando dramas si el Tribunal Constitucional no les permite salirse con la suya -esto unos nacionalistas demócratas no incluidos en la lista del Sr. Esplugas- porque viven constantemente con un pie fuera de la ley, ...

Ni soy la más cualificada para este análisis, ni agoto el tema, pero creo que llamar a la ensalada de letras que motiva este artículo nacionalistas demócratas no es que sea un exceso retórico comparable a llamarles nazis. Es algo, en mi opinión, peor. Porque el exceso retórico, como el articulista reconoce, es fácil de discernir, y no perjudica mucho a su víctima -incluso, como bien dice, puede volverse contra quien lo emplea-. La falacia es más insidiosa, más persistente y más dañina -para sus víctimas, que son, en este caso, los verdaderos demócratas, y, dado lo que está en juego, la democracia española y su titular, el demos, el conjunto de los españoles-.

Con lo dicho no niego la posibilidad de un partido secesionista democrático. Es una posibilidad inédita en España, hasta donde yo sé, pero en Canadá, donde el separatismo provocó un sólo muerto en el curso de su historia, cuando el asesino salió de la cárcel después de cumplir una pena como treinta veces superior -en proporción- a la de De Juana Chaos, fue expulsado de un acto público del partido independentista quebequés. Nada que ver con lo nuestro ...

Tal vez en Escocia, ... En fin, nosotros no hemos tenido suerte con nuestros independentistas.

---[continúa]---

1 comentario:

  1. Pero bueno:

    1) Son nacionalistas (separatistas, para más inri).
    2) Son racistas (aranistas, que es peor).
    3) Son expansionistas (el Anchsluss es una anécdota al lado de las pretensiones de esta gente: Austria es mucho más pequeña que Alemania; no es lo mismo ni Navarra, ni Valencia).
    4) Son socialistas, intervencionistas...

    Vamos, que son nazis. Al margen de que el PNV y ERC apoyaron a Hitler.

    En fin...

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