domingo, 17 de agosto de 2008

El mercado y la libre competencia como herramientas de optimización social distribuida

Es un hecho que, incluso personas que se reconocen como liberales, no comprenden la verdadera naturaleza del mercado y de la libre competencia. En España, por ejemplo, son frecuentes los empresarios de éxito que se arriman al Gobierno con el fin de que éste intervenga a su favor (de ellos) y en contra de la competencia, en una actitud que, además de antiliberal, perjudica seriamente a los consumidores, si bien muchas veces éstos no son del todo conscientes de ello, quizás por desconocer la verdadera función social de la competencia.

Los seres humanos empleamos constantemente la competencia como herramienta de adquisición de información. Por ejemplo, en el ámbito del deporte, para conocer el mejor equipo de fútbol español (de acuerdo con unos determinados criterios), hemos diseñado la Liga de Fútbol, que es un marco de competencia del que resulta dicho equipo óptimo. En un ámbito radicalmente distinto, el del la Ciencia, las distintas teorías compiten entre sí para explicar los hechos, y sólo emerge como verdadera (siempre provisionalmente) aquella que, formulada en libertad, explica mejor que las demás los hechos. En este sentido es plenamente vigente la idea de Hayek de que "la libre competencia debe entenderse como un proceso mediante el que la gente adquiere y comunica información".

Esto, que resulta absolutamente obvio, deja de serlo para mucha gente cuando la libre competencia se emplea para obtener respuestas relacionadas con la Economía. Por ejemplo, alguna gente cree que el número y distribución geográfica de las panaderías en España resulta de la aplicación de un algoritmo en algún Ministerio del Estado, cuando en realidad se debe a un proceso de competencia en el que todos los consumidores y productores de pan intercambian información que determina dinámicamente, de manera adaptativa a unas condiciones cambiantes, tal número y distribución (además del precio de la barra de pan, claro).

Aunque muchas personas entienden perfectamente que la competencia resuelve de manera distribuida y óptima el "problema social" del abastecimiento nacional de pan, se niegan a aplicar el mecanismo de la libre competencia a la solución distribuida y óptima en otros ámbitos. Uno de los más significativos es el ámbito de los servicios sanitarios. Hoy, en España, y en prácticamente todo el mundo, la solución al "problema social" del abastecimiento nacional de servicios sanitarios se alcanza sin recurrir a ningún proceso de competencia, restringiendo con ello, además, la libertad de los consumidores de dichos servicios. Quiero decir que el número de hospitales, su ubicación, el número de médicos necesarios, el número de especialistas, el número de enfermeras, la cifra y preparación del personal de administración y servicios, etc. es determinado Estatalmente sin recurrir a la libre competencia.

¿Por qué estamos tan convencidos de la necesidad de que el Estado organice la protección de nuestra salud? ¿Por qué los conductores no necesitamos al Estado para contratar coberturas de riesgo muy similares a las de pérdida de la salud?

8 comentarios:

  1. Por cierto, los conductores SI necesitamos al Estado para contratar coberturas de riesgo. Tener el coche asegurado es o-b-l-i-g-a-t-o-r-i-o, como usted sabe perfectamente.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo. La única explicación que tengo es que un ser humano solo hace poco que empieza a entender que es eso la libertad y sus ventajas. No, por supuesto que siempre habían unos individuos que lo entendian y lo aprovechaban, solo hay que mirar alrededor, todo es el resultado del capitalismo mas y mas perfecto con los años.

    Cual es tu definicion de laLibertad? Lo tiene pensado?

    Por ejemplo la mia:
    http://etrusk.blogspot.com/2008/05/definition-of-freedom.html

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  3. Bueno, el tema no es exacto....

    Digamos que el criterio de asignación suele ser equilibrar la relación camas/habitantes... convenientemente re-ajustado al criterio del color político del gobernante de turno.

    Pero en cambio en la sanidad privada la competencia parece que sí funciona... siempre y cuando no haya subvenc.., perdón acuerdos de colaboración

    Por otro lado tienes el problema de la falta de médicos ¿por qué si en Madrid hacen falta más médicos que en Barcelona, no se ha autorizado en Madrid la creación de nuevas facultades de medicina?

    Incluso asumiendo una total privatización del sistema sanitario, lo que quedara del sistema nacional de salud, debería seguir creando hospitales en sitios donde el mercado no lo justificaría... ¿o sí?.

    Hay demasiado miedo a ser libres

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  4. El primer cometarista enfatiza que “los conductores SI necesitamos al Estado para contratar coberturas de riesgo. Tener el coche asegurado es o-b-l-i-g-a-t-o-r-i-o, como usted sabe perfectamente”
    Pero es obvio que David Santos no se refiere a la cobertura obligatoria –daños a terceros- sino a la voluntaria cuando dice ‘coberturas muy similares a las de pérdida de la salud’. La pérdida de la salud en este caso se refiere a un yo o a un nosotros, pero no recíproco o mutuo, sino reflexivo, pues está invocando la voluntad de la cobertura frente a la imposición.

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  5. En primer lugar, los empresarios se arriman al Gobierno, porque es la forma más efectiva de lograr el máximo beneficio. En EE.UU., paradigma del liberalismo, esto también sucede con las empresas de alli.

    Por otro lado, los ciudadanos prefieren alejarse cuanto más mejor de los criterios economicistas o de búsqueda del máximo beneficio económico cuando se trata de su salud.

    Y parece lógico.

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  6. Hola. La respuesta creo que sería por un criterio de complitud. En el caso del pan, por ejemplo, el mercado puede determinar que en una población no haya una panadería por la baja demanda (haya poca gente que coma pan, supongamos solo unas pocas familias) y a ninguna panaderia le resulte rentable.

    Esas familias se quedarian sin pan o lo cambiarian por algun sustitutivo... en el caso de la sanidad (y de algún otro servicio básico) dicho criterio sería desastroso, esa gente se quedaría sin hospital o sin cobertura de telefono si fuera el caso.

    Sin animo de ofender, me parece una obviedad para alguien como tu al que presupongo licenciado en ADE o en Economia.

    Un saludo.

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