sábado, 6 de septiembre de 2008

"¡Ay, que me amparen, que me amparen!" (Pedraz 1 - Barbero 0)

El joven juez progresista Santiago Pedraz, tras dejar en libertad
bajo fianza a un
detenido en delito flagrante de terrorismo callejero
y negarse a autorizar el registro de dos domicilios
, fue objeto
de una oleada de comentarios como los del secretario
general
del Sindicato Unificado de Policía (SUP) -no precisamente
sospechoso
de PSOEfobia-, José Manuel Sánchez Fornet:

"Es el típico pijo-rojo de los años ochenta que no acaba
de entender lo que es
el terrorismo. Deberían tirar cócteles
molotov todos los días contra la casa
del juez Pedraz a
ver cómo lo interpretaba".


Ignacio López, de la Confederación Española de Policía (CEP), ironizó:
"No acostumbro a comentar resoluciones judiciales, por
indeseables y repulsivas que
me parezcan, caso de ésta".
Por su parte el portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP), Alfredo
Perdiguero, recordó cómo Pedraz dejó en libertad a tres etarras
acusados de asesinar al político del PP Manuel Giménez Abad
después de que Garzón hubiese decidido lo contrario. "No se sabe
por qué toma estas decisiones. ¿Tiene miedo? Si es así
que se vaya a un tribunal ordinario donde no tema
represalias"
.


Es intolerable. Espero que las juezas y juezos del Tribunal de Orden
Público que condenan a Jiménez Losantos actuén con la misma celeridad
y procedan inmediatamente contra estos policías y guardias civiles fachas
que incurren en delito de opinión de lesa progresía. Pero, entretanto,
el
la comisión permanente del CGPJ ya se ha apresurado a
puntualizar que...

"la crítica hacia las resoluciones judiciales resulta siempre
lícita (...), pero no
permite ni puede amparar los ataques
personales ni la deslegitimación
de los Jueces y Magistrados...".

Qué exquisitez, qué profundidad...

Seguramente por eso mismo, cuando el juez Marino Barbero (q. e. p. d.)
instruía la causa contra el PSOE por corrupción en el caso FILESA
(¿Psoe y corrupción? Qué raro), y Rodríguez Ibarra dijo públicamente que
éste quería "intervenir en política sin presentarse a las
elecciones dictando sentencias, abriendo y cerrando
sumarios,
al igual que hace ETA, que quiere participar en la vida
política
poniendo bombas", el CGPJ
no concedió amparo
al juez.

Pero claro, Barbero había presentado una lista de 39 inculpados en el
caso Filesa en la que figuraban socialistas (Alfonso Guerra entre ellos),
empresarios y banqueros. No era uno de los nuestros. Por lo visto, entonces
la crítica a las resoluciones judiciales sí podía amparar "los ataques
personales" y la "deslegitimación de los Jueces y Magistrados
".
Más claro, agua.


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