sábado, 7 de julio de 2012

Pedro Schwartz y la justa indignación

No es cierto que toda indignación pueda ser reducida a la imagen que nos quedó del 15-M. Es posible indignarse correcta y lícitamente ante determinados hechos o personas, como también es posible utilizar cualquier calificativo del diccionario, hasta el más grueso, en una situación legítima. Si realmente es adecuado. Y el principio según el cual uno no debería emplear jamás, en ningún caso imaginable, determinados modos de expresión no es más que una estrategia de conveniencia que ampara no pocas veces el victimismo y la ausencia de recursos.
Esta semana pudimos presenciar un interesante -breve- debate con Paul Krugman de invitado de honor. Mientras Manuel Conthe defendió con convicción sus méritos para un segundo Premio Nobel,  Pedro Schwartz expresó así, con total corrección, su indignación:
“Often Nobel Prize winners are tempted to pontificate on matters that are outside the speciality in which they have excelled”

Y más de uno, incluso personas que dicen haber leído el Intellectuals de Paul Johnson, se quedó como mirando el dedo. Atónito por lo que acababa de escuchar.
Pero tras la farsa del sueño el dinosaurio sigue ahí: "no se puede solucionar un problema de deuda y crédito barato con más deuda y más crédito barato" .

Más Schwartz y menos beatos.

Más aquí, aquí y aquí.

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