sábado, 15 de septiembre de 2012

Por la separación de Etnia y Estado

Un artículo muy interesante en La revolución naturalista:
Islamistas y separatistas están de acuerdo en que el estado-nación liberal no es bueno o es insuficiente para ellos. Islamistas y separatistas están de acuerdo en su disgusto por la democracia liberal representativa. Islamistas y separatistas están de acuerdo en que el Estado debe asociarse con un principio sagrado: religión o etnia. Islamistas y muchos separatistas incluso están de acuerdo en opiniones geopolíticas importantes, como que Israel debería desaparecer del mapa.

Si se incluye el imperativo de separar el Estado de la Etnia en una definición actualizada de laicismo, tanto las protestas árabes como los separatismos ibéricos pueden englobarse dentro de una reacción común en contra del estado secular y de la democracia representativa tal como los hemos entendido hasta ahora. Acordémonos de esto que decía Rafael Aguirre (nadie ha hecho un diagnóstico más conciso y devastador sobre lo que pasa realmente) hace unos meses: "Creo que la descristianización en el País Vasco, sobre todo en determinadas zonas, no ha sido un proceso de secularización como en otros lugares de Europa, sino que ha dado nacimiento a una religión de suplencia, que absolutizaba la nación vasca." Es nuestro "invierno independentista" particular.

No obstante, un comentario. En mi opinión existe un problema aún no admitido por una parte de laicistas, entre los que no me incluyo.
Al hablar de separación entre Estado y Religión -en la definición estándar de laicismo- se les enciende automáticamente un sentimiento de rechazo ante cualquier creyente abiertamente declarado que llega a ocupar algún puesto importante en la Administración Pública.
Este proceder de brocha gorda normalmente se cierra a cualquier atisbo de discusión racional y rehúye enfrentarse a cuestiones de calado directamente relacionadas con esa misma democracia liberal representativa que dicen defender. Verbigracia: "No taxation without representation".
Pero para una discusión verdaderamente racional es imperativo, en primer lugar, que esa parte reconozca la existencia de este dilema, que también afectará a la nueva propuesta de separación de Estado y Etnia. Afán que en última instancia se reduce a lo mismo: ir aumentando paulatinamente el número de contribuyentes potencialmente inhabilitados para ejercer actividad pública desde las altas esferas del Estado en favor de un sedicente grupo ilustrado (o iluminado) cada vez más reducido.


4 comentarios:

  1. La separación entre etnia y Estado es un disparate colosal. Llega uno medio a entender el presupuesto laicista de separar Estado y religión, en parte porque profesar una religión no deja de ser una adscripción personal mutable en el tiempo. Pero pertenecer a una etnia, no. La propuesta remite a "Brave New World". Inquietante.

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    1. Fair point. Aunque entiendo que la diferencia estriba en que uno haga profesión de pertenecer a una etnia en concreto levantando con ello argumentos identitarios y diferenciadores relevantes desde un punto de vista político. En definitiva racialistas tal como explicó el profesor Francisco Caja.

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    2. Sí, creo que podríamos hablar de, en el caso de esa "profesión", del desarrollo de una "ideología de etnia", parafraseando el constructo "ideología de género".

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    3. De hecho aunque existen etnias bastante bien diferenciadas en otras partes, en el caso español prolifera más bien el autoengaño. Así abundan los catalanistas charnegos -uno llegó a President- y en el País Vasco puede ascender un etarra Troitiño. Esto lo explica Caja muy bien. No tengo aquí su libro 'La raza catalana' pero creo que fue Pujol el primero en plantear claramente la invitación a hacerse catalanes a sus "inmigrantes". Puesto que los de pata negra no eran suficientes se dió entonces el paso, importante táctica e ideológicamente, de reenfocar todo el tema, si bien de manera algo difusa, desde el punto de vista "cultural".
      Así que también aquí se da la adscripción "voluntaria", más o menos consciente, ahí ya no entro.
      Llamarlo "ideología de etnia" parece bastante apropiado.

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