Juan José R. Calaza, ya está de vuelta en las páginas de Opinión de La Voz, hoy con un artículo titulado:
Epidemia de "nacionitis"
http://www.lavozdegalicia.es/se_opinion/noticia.jsp?CAT=130&TEXTO=4231370
He aquí como aborda una de las tesis fundamentales del nacionalismo: que tener una lengua propia es señal indubitable (¿o indubitada?...que Bono decida) de una nación.
El idioma propio y distinto no es necesario para definir una nación. Un pueblo puede importar un idioma sin dejar de ser nación. Es el caso de Cuba, Irlanda, Brasil, etcétera. Por ello, Galicia podría seguir siendo una nación, si lo fuera, incluso hablando en castellano. Lo que define verdaderamente a una nación es el sentimiento común de haber compartido los hechos fundamentales en el proceso de formación de su identidad, y en el caso gallego esos hechos no existen fuera del contexto que nos es común a todos los españoles. Por ello los nezionalistas insisten tanto en el hecho diferencial de la lengua y se inventan un pasado mítico que gana en leyenda lo que pierde en veracidad. Galicia forjó su conciencia de pertenecer a España (y de contribuir a su creación) desde una larga andadura iniciada con la colonización romana (base del derecho y la lengua, ¿o no?), la invasión germánica, la invasión árabe, la reconquista y cristianización, la gramática de Nebrija, el descubrimiento, conquista y colonización de América, las guerras contra Inglaterra, las guerras contra Francia, El Quijote , la política mediterránea, la invasión napoleónica, la pérdida del imperio, la primera revolución industrial, las guerras de Cuba y Marruecos, la Guerra Civil, la segunda revolución industrial y el advenimiento de la clase media, y, en la actualidad, la conciencia de luchar contra los agentes del separatismo al servicio de los intereses anexionistas de nuestros vecinos. Por lo demás, pelillos a la mar.
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