Las amistades de Quin

Estas cosas no las publican en los periódicos gallaécticos, pero las sabe "todo el mundo". El señor Quintana, del BNG, y vicepresidente de la Xunta, tiene una relación de amistad muy particular con el multimillonario de la construcción, Jacinto Rey, propietario de Constructora San José. Algunos fines de semana le ha sacado por ahí, Rey a Quintana, en su yate. (Esa es la "monarquía" que le debe molar a la Quin, la de los capitalistas que medran a la sombra del poder)

Por su amistad con Jacinto Rey escribió Quin su nunca bien ponderado artículo Gallaecia fulget.
Hagamos constar aquí los hechos que se saben, pero no se publican, pues la ley del silencio impera tambien en la prensa gallaéctica, que no medra mucho, pero lo suficiente para estar medrosa ante el poder.

Sobre todo -me permito un inciso- ante un poder como el actual, cuyos ocupantes no escatimarán medios (amenazas, chantajes, dossieres, vídeos, etc.) para presionar a quienes obstaculicen sus designios. La prensa gallaéctica se permitió "fusilar" al gobierno del PP por lo del Prestige (salvo el siempre servil Correo Gallego) porque sabía que el PP no haría gran cosa contra ella. En cambio, teme -y con razón- al PSOE y al BNG.

Quin escribió su Fulget en respuesta a un artículo de Santiago Rey en La Voz de Galicia. No lo explicitaba, pues hasta ese punto es cobardica y sinuoso Quintana, pero estaba claro para cualquiera que hubiera leído lo de la Voz. Y, naturalmente, el Fulget se publicó en la competencia: el Faro de Vigo.

El propietario de la Voz había criticado el fracaso de la operación de "regalleguización" de Fenosa en la que participaba el otro Rey, es decir, Jacinto. Éste, más Amancio Ortega, Banco Pastor y otro formaban el "grupo gallego" que quería comprar un paquete accionaral que finalmente se llevó ACS, de Florentino Pérez.

Fue por inspiración de su amigo el del yate, que Quintana decidió salir contra el propietario de la Voz. Por defender a Jacinto atacó a Santiago. Para lo cual hubo de renunciar al clásico discurso victimista del nacionalismo gallaéctico, que era el que utilizaba Santiago Rey, y apuntarse al "no hay que llorar" y a la tesis peregrina de que el capital gallego, sólo con asomar la jeta, había conseguido cambiar el mapamundi financiero.

En fin, otro día seguiré con la transcripción del Fulget que tengo pendiente, pero me ha venido este suceso a la memoria. Y aquí queda. A mí me da lo mismo que Quintana tenga amigos multimillonarios y empresarios, pero ya no me da lo mismo que pueda usar su cargo para beneficiarlos. De momento, usó su pluma (mas la valía no haberlo hecho, pero a lo hecho, pecho). ¿Algo más? Nuestros detectives están en ello.

De momento han detectado un significativo corrimiento hacia el poder actual entre los grandes capitalistas gallaécticos. En este blog somos partidarios del libre mercado, no del cautivo. Y no de los empresarios que buscan tratos de favor de los políticos.