Definámonos todos

Nunca he querido ir al psiquiatra, a pesar de que mi consejero, que ya saben que es de pico y pluma, me lo ha recomendado con obstinada tozudez, valga la redundancia. Pero ahora voy a ir, como vamos a ir todos. Pues este baile de vampiros de las reformas estatutarias, tiene su parte de diván. Sí, señores, ha llegado la hora de acabar con nuestras crisis de identidad. ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? Las preguntas que se ha estado haciendo la Humanidad desde que bajó de los árboles (yes, Clemente) las vamos a responder ahora colectiva e individualmente, y ¡sin pagar al psiquiatra!

Touriño que es un buen hombre, no va a imponernos las respuestas a tales interrogantes, sino que va a permitir que seamos nosotros, el loro, yo, todos ustedes, quienes decidamos lo que queremos ser. Definámonos, y definámonos todos, de una vez para siempre. Dejémonos de hacernos absurdas preguntas. Disfrutemos de la existencia una vez resueltas nuestras eternas dudas. Y hagámosle caso al presi, digo a Touriño, que es más sensato que Zetapé.

Este es su consejo, su visión: "La mejor definición de Galicia no es la que quiera cada fuerza política, sino la que responda al sentir mayoritario de la ciudadanía representado en sus fuerzas políticas".

¿He dicho más sensato que Zetapé? Lo retiro. Su exhortación es una de esas simplezas a las que tan aficionado es el inquilino monclovita. Pero, pensándolo mejor, ¿no nos quita de encima la tarea de definir cada uno de nosotros lo que somos? ¡Que lo digan las fuerzas políticas!
Y que responda al sentir. No al pensar, que de ahí es de donde vienen los males que queremos erradicar para siempre de la futura Suevia feliz.

PL (post del loro leyendo El Correo Gallego): Touriño recordó que la propuesta del PSdeG es bien conocida, y en ella Galicia aparece definida como nación. El pasado sábado el líder socialista ya dejó claro que los gallegos serán tan ambiciosos como los catalanes y no pasarán por menos que ellos, al sacar adelante su reforma. Estas declaraciones suponen una vuelta atrás después de haber dicho que la consideración de Cataluña como nación era "plenamente incompatible" con la Constitución.