Iban a cerrar el kiosko, el de la playa donde paso estos días de vino y mimosas, cuando me trajeron una botella que el mar acababa de escupir, insolente, como siempre, porque en su interior había un mensaje. Aquí nadie quiere aprender a leer y a escribir ( logsianas de corazón son estas criaturas pero bellas) y yo tuve que descifrar el documento. Leído el cual pedí una caja de cava y ordené que abiertas las botellas se echara su contenido al mar, en agradecimiento. Una vez al año emborracharse no hace daño.
Venía, con membrete de las Mujeres Empresarias, un trasunto de artículo que a fuer de malo era lacrimoso y viceversa. Lo firmaba una "consejera de género, emigrada en Madrid". Asunto: el Prestige. Fecha: diciembre 2002. Estado de ánimo: Delirium tremens psicológico.
Empecemos por el final. Las conclusiones arriba:
"Galicia va la deriva como el Prestige. Prepárense madrileñ@s, canari@s, ingles@s etc. para recibir la oleada de inmigrantes que les llegarán, eso si con su papeles en regla y permiso de residencia avalados y con el visto bueno del gobierno. Y no se olviden que en el fango de los arenales de las rías, en los puestos del mercado, en las conserveras y en las casas de los pescadores, quedaron las mujeres atrapadas en su rol de género"
Nada peor que las redes del rol. La oleada de inmigrantes debió quedar allí cautiva.
Ah, el título del mensaje: Los efectos de la marea negra para las mujeres gallegas. Las mujeres de negro, viudas de vivos en Galicia
Autora: Elisa G. Sánchez-Albornoz 2.Diciembre 02
Link: http://www.mujeresdeempresa.com/actualidad/actualidad021201.shtml
Publicado en RIMAweb y Mujeres de Red.
Otras predicciones sabrosas:
"Numerosas unidades de convivencia o familias se desmembrarán, se desestructurarán, se llenará de nuevo Galicia, como ya dijo una de las primeras feministas y revolucionarias gallegas Rosalía de Castro -y no reconocida su obra como tal, pues se ha mostrado mayoritariamente su lado romántico, y no su obra de denuncia social- se llenará decía de "viuvas de vivos". Se quedarán ellas al frente de la casa y de las personas dependientes (hij@s, mayores, personas enfermas, encamadas.) porque ellos emigraran, porque todavía después de años, no hemos superado la sentencia de Castelao "En Galicia non se pide nada emígrase", porque la sumisión y la resignación forman parte de la estructura sociocultural gallega y si no se identifica el problema y trabaja en su disolución, como se trabaja en la disolución del sistema patriarcal, nunca saldremos adelante como pueblo."
La disolución de los problemas es fácil; viene en el folleto de cualquier medicamento: medio vasito de agua, echar el contenido del sobre y agitar. Pero héte aquí que las unidades de convivencia no sólo vivirán su desmembramiento; otros aciagos destinos las esperaban:
"Ellas tendrán que administrar el subsidio de miseria que recibirán durante 6 meses, tendrán de nuevo que hacer números una y otra vez para poder pagar los recibos de la luz, del agua, del teléfono (que no parará de sonar porque se comunicará con los emigrados, hasta que un día como ocurrió con tantos otros perdidos en la diáspora de la emigración, el teléfono deje de sonar)."
Pañuelo, please. Ahora, la teoría económica, que mis mimosas se resisten a comprender, y mira que lo explica fácil Elisa:
"Los bienes y servicios generados en la esfera reproductiva, y por tanto no monetarizados, aunque en el mercado laboral si tienen un valor mercantil, tendrán que aumentar debido a la crisis -como ya han demostrado la economistas de género una y otra vez-. Es decir aumentará el trabajo realizado por las mujeres para lograr la subsistencia de la unidad de convivencia o familiar, tendrán que generar bienes y servicios que antes podían comprar porque disponían de ingresos propios por su empleo o el de otra persona con la cual conviven en el sector. Por ejemplo, tendrán que cocinar más de lo que lo hacían antes de la crisis."
Acabo de ordenar también que se me cocine más. Quiero unos raviolis de inmediato. Pero que los haga una economista de género. Que es el género más alejado de las señoras de la familia desmembrada que tienen que administrar subsidios de miseria durante seis meses, coger el teléfono que no suena (y pagarlo, aun por encima), mientras generan bienes y servicios en la esfera reproductiva. Veamos ahora las diferencias entre la de género, que tiene un valor mercantil en el mercado laboral (o no, las mimosas no me sacan de dudas en esto) y las contables no monetarizadas que hacen números y por culpa del Prestige iban a tener que cocinar más. ¿Que no se lo creen mis niñas? Tía Elisa se lo explica así de bien:
"Ahora no podrán comprar el pollo ya asado, la ensaladilla congelada, no vale llamar a una cadena de pizzas para solucionar una de la comidas del día, ahora tendrán ellas que cocinar el pollo, la pizza... Tendrán que recorrer todas las tiendas y supermercados de la zona en busca del mejor precio para cada producto, aunque eso suponga la pérdida de una hora diaria en ir de aquí para allá, se remendarán de nuevo los calcetines, se subirán en casa los bajos de los pantalones, no se pondrá el lavaplatos ni se conectará la calefacción (si los hubiese) sino que se calentarán bolsas de agua caliente para tod@s por las noches, no se mandará a los niños en el autobús escolar, sino que los llevarán directamente ellas, a pie o en el coche."
¿He dicho cocinar más? ¿Y pasear por los supermercados? ¿Y los remiendos? ¿Y los bajos? Y todo ello sin calefacción. Ni lavaplatos. El loro me recuerda el chiste que corría cuando el Prestige. ¿Nunca máis? No, un mes máis. Los subsidios de hambre eran la repera. Pero Elisa lo contempla desde otra perspectiva, en su isla de género.
"Todo ello aumentará las horas dedicadas por las mujeres al rol reproductivo, en detrimento del tiempo dedicado para ellas mismas, para buscarse otro trabajo, para poder asistir a un curso de formación ocupacional que no tendrá estos factores en cuenta y se realizará en el lugar y hora más convenientes para el dueño del centro del formación para el profesorado. No sabrán lo que significan las palabras descanso ni ocio."
Yo tampoco, por cierto. Aunque esté en la playa, como ahora, siempre trabajo. El ocio me sube la tensión arterial. Pero será que nunca me he dedicado al rol reproductivo. De haberlo hecho, seguro que pensaba de otra forma. Pero sigamos que llegan las palabras mayores.
"Tirarán como puedan de las míseras pensiones de l@s mayores (las más bajas del estado) que por ley de género, perdón de vida, les ha tocado atender y cuidar. Somos un país subsidiado, que malvive de las pensiones de las personas mayores, donde las mujeres no quieren tener hij@s, porque saben que no tendrán con qué alimentarlos, no tendrán empleo que ofrecerles, sólo un maleta, porque no ven futuro, porque ya no nacen, porque emigran en busca del futuro. porque ellas a duras penas salen adelante. Es el lento genocidio del pueblo gallego, de sus gentes, de su cultura, de su lengua, de su paisaje, de su litoral, de sus fondos marinos, de su ecosistema, de su riqueza y patrimonio natural."
Había que decirlo y ya está: ge-no-ci-dio. ¿No se han enterado? La banalización del mal es un concepto discutido y discutible, pero la trivialización del genocidio es una peste que huele peor que esa fétida alga que ahora me traen para que diga si es o no es susceptible de cocinarse con los raviolis. Pero, en fin, sigamos por el despeñadero, que ya estamos a punto de tocar fondo:
"En Galicia tenemos una de las rentas per cápita más bajas de la UE y una de las tasas de desempleo más altas. ¿Qué pasará en el plazo de 20-30 años cuándo l@s pensionistas se vayan muriendo, de qué viviremos? No hay recambio generacional, y no lo va a haber durante décadas si la manera de hacer política no cambia en este país. Tenemos la tasa de natalidad más baja del mundo, estamos condenad@s a nuestra propia extinción, como se está extinguiendo nuestra lengua, las que más hablantes tiene y la que más hablantes pierde, porque ya no la quieren hablar, porque reniegan de la mísera identidad que les devuelve. Como ya lo señaló la ONU, en el año internacional de las lenguas, o galego es una lengua en peligro de extinción, como algunas de las especies de aves que habitan las costas, ahora más amenazadas todavía. Pero si se muere la lengua que le da nombre al ecosistema, se muere también el ecosistema pues se perderán los matices y saberes que la singularidad de cada vocablo lleva detrás en cada lengua, porque hay términos que no tienen traducción, como las contradicciones entre la morriña, el orgullo y la rabia que me entran por ser gallega."
A ver niñas, a la cocina, y repitiendo conmigo: si muere la lengua que le da nombre al ecosistema se muere también el ecosistema. Bromas aparte: ¿se habrá percatado la autora del engendro de que nada de lo que predijo llegó a suceder? Se admiten apuestas. El loro ya ha colocado un billete de los grandes en la opción NO.
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O sea, que esta señora es "consultora de género, emigrante en Madrid". Y, esto de ser "consultora de género", ¿qué vendrá a ser, un tipo de sexadora? Pues con esa profesión tan bonita, no veo necesario emigrar: En Coren la recibirían con los brazos abiertos.
ResponderEliminarEn la edad media no había pizzas.
ResponderEliminarPregúntale a un turista.
La realidad supera la ficción.
ResponderEliminarO no.
Me estoy imaginando a la correspondiente directiva de la cosa esa de género en la Xunta (teórica del asunto, también) dialogando con Antón mientras leen juntos en la pantalla esta contribución de RADIKALES LIBRES:
- "Antón, el Prestige fue la peor desgracia de la historia de Europa... pero ¿por qué me miras así? ¿pero no era eso lo que decíamos antes?"
A ver, ¿tienes un problema con Cristina Losada o qué?
ResponderEliminarrouco-antón. Basta de demagogia.
Ese texto es auténtico. Lo sabemos todos los que sufrimos la histeria colectiva que se vivió en aquellos momentos.
Hay menos barcos, dices... pues hay varias razones... una es la sobreexplotación del caladero gallego. He dicho SOBRE EXPLOTACIÓN sí.... Algo que conoce cualquiera que viva junto al mar.
Parece que tienes mucha curiosidad por saber de qué nos conocemos... ¿se puede saber para qué tanto interés?
Lo digo porque me parece muy sospechoso en alguien que defendió a los implicados en la operación Castiñeira contra terroristas nazi-onanistas galegos de extrema izquierda.
Rouco:
ResponderEliminar1. A la tal Elisa no la conozco de nada, pero si escribe lo que escribe sin drogarse antes, lo suyo es ciertamente meritorio.
2. Deberes:
- ¿Por qué crees tú que emigran esas 18.000 personas al año?
- ¿De quién es la "culpa" de que emigren?
- ¿Sabes cuál es el perfil profesional y grado de estudios de esas personas?
- ¿Cómo crees tú que se podría reducir drásticamente este número?
3. Si Cristina Losada lee este blog, cosa suya es. Para mí es síntoma de que estamos acertando.
4. En cuanto a lo de cómo nos conocimos, yo respondí a un anuncio que hizo Libelista en la revista "Soldier of Fortune" (www.sofmag.com). Aunque la paga es escasa, la verdad es que esto se me hace más llevadero que combatir el comunismo en las selvas centroamericanas.
Dos cosas:
ResponderEliminar1) Esta señora debe ser una de esas a las que "consultó" el PSOE para engendrar la ley contra la violencia de género. Aunque un nombre más adecuado sería: "ley de si te maltratan y eres hombre blanco no discapacitado, te jodes". Lo sorprendente es que el PP estuviera de acuerdo con ella.
2) El negar que el Prestige fue una catástrofe sólo porque algunos se aprovecharon de ella me sigue pareciendo una mala idea. El error principal del gobierno del PP fue precisamente ese.
Catástrofe (DRAE): "Suceso infausto que altera gravemente el orden regular de las cosas".
ResponderEliminarEl accidente del Prestige fue un un suceso infausto. Es probable que en su momento alterara gravemente el orden regular de las cosas para muchas personas en Galicia. Afortunadamente, ese orden regular de las cosas se ha restablecido por completo para la mayoría de las personas que se vieron afectadas por el accidente.