sábado, 28 de enero de 2006

Strangers in the night (ZP e Iñaki)

Llega la ola de frío polar y para calentarse uno se sube la temperatura como puede; un ponche caliente; un manojo de periódicos viejos quemados en la chimenea; unas canciones de Frank Sinatra; y el repaso de la entrevista que le hizo Iñaki a Zetapé el jueves. En la Cuatro. De noche. Strangers in the night...

A ZP le brillaban los ojuelos. Iñaki era todo opaco, tras su cara de masilla. Le escuchaba como la Esfinge, inmóvil. Hasta que ZP depuso sus cuatro frases para demostrar que sabe que en algún artículo de la Constitución hay algo que atribuye la condición de nación únicamente a España. En ese instante, Iñaki puso la mano bajo la barbilla y escuchó, como buen discípulo, la pequeña lección del profe (ejem) de Derecho Constitucional, primera promoción de la universidad provincial.

Para alcanzar los 38 grados de temperatura: su absurda mentira de que nunca prometió apoyar el Estatuto que saliera del parlamento de Cataluña. En eso demuestra su falta de inteligencia. Un político inteligente diría: sí, lo dije, pero me equivoqué. O si quisiera salvar un poco la cara: Sí, lo dije, pero me equivoqué, porque no aclaré acto seguido que sólo apoyaría aquello que estuviera dentro de la ley, y por tanto, de la Constitución. Pero no es esa la naturaleza del presidente del gobierno. No es leal, ni honrado. Y así niega la existencia de un compromiso que todos hemos oído.

Para subir un poco más: ni una palabra para las víctimas del terrorismo tuvo, cuando le preguntaron (Iñaki ya no pregunta por el País Vasco, sino por ETA), y era el momento en que la viuda de Baglietto tenía que soportar, en el ayuntamiento de su pueblo, una moción del PNV y EA que respaldaba a los asesinos de su marido..."tienen derecho a reorganizar su vida". La viuda ya no puede reorganizar nada; su vida ha quedado ya organizada por los asesinos de su marido. Luego, el muerto al hoyo y el vivo al bollo. El PNV y EA hacen auténticos esfuerzos de comprensión y compasión...hacia los criminales. El presidente del gobierno, para qué está, sino para apoyar personalmente a las personas que han sufrido por el simple hecho de ser españolas; de ser ciudadanos del país al que representa.

Iñaki, momificado, no puso al presidente en aprietos. Pero estaba por encima de él. Y es que es así.

1 comentario:

  1. Juan Perro, muy bueno....

    En fin, ironías del destino...
    ¿será gafe zetapé? ¿será que lleva al desastre todo lo que toca y que por eso el padre Iñaki hizo "afundiuse" como periodista?

    A ver rouco-antón, ¡a defender al padre Iñaki!

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