Estos señores aplican la vieja receta del doctor Goebbels, a ver si repite que repite se lo va creyendo la gente. Y por cierto, los que pensaron que alguien en el PSOE iba a poner cordura en el proceso y seso en Zapatero se habrán percatado de que pecaron de ilusos, o de ingenuos.
En ese partido, los dirigentes tienen clara una cosa: si no cierran filas, perderán el poder; y prefieren cerrar los ojos (los que aun se atreven a ver más allá de sus narices) a la dinámica conflictiva y demencial que ha abierto ZP, antes que poner en peligro la manduca...y tantas cosas más. Como dice Paul Johnson, el político profesional es una de las pestes del siglo XX (y del XXI).
En su columna de hoy en La Voz, Roberto Blanco Valdés resume así su valoración del acuerdo ZP-Mas:
Pues esto se ha acordado: dar un suave paso de gigante, no para acomodar a Cataluña, sino para ponerla en la recta final de sus reivindicaciones nacionales. Lejos de haberse resuelto un problema nacional, se han abierto de par en par las puertas que con gran esfuerzo casi habíamos cerrado.
Y a todo ello con las Cortes como testigos mudos de lo que se les dará ya cocinado, en un ejemplo más de que los partidos han decidido que las instituciones sólo están para ratificar lo que ellos acuerdan al servicio de sus particulares y cambiantes intereses.
Digan lo que digan, las cuentas no salen. Cataluña va a recibir más. De forma estructural por medio del nuevo reparto impositivo; de forma coyuntural con la inyección de fondos extras para inversiones. En esa coyuntura Galicia no puede jamás salir beneficiada. A/ renta y PIB son menores, ergo, los ingresos de hacienda son menores. B/ la población es carísima de mantener por su edad y dispersión. Estas son las verdades del barquero, que no se pueden obviar con número malabares
ResponderEliminarEsto en lo que se refiere al gasto social. En lo otro, doy por hecho que veremos pocas inversiones en los próximos años. Uno de los paganos -el estado-, ha comprometido mucha de su capacidad inversora en Cataluña por mor de la deuda histórica (¡manda güevos, que nosotros le debamos algo a los catalanes¡)El otro inversor -Europa- ya ha reducido sus dineros.
Y con todo, esto no es lo me parece peor del Estatut. A fin de cuentas, si este es el estado de las automías, con sus propias leyes y políticas, va de suyo que las autonomías también tendrán que vivir de su propio dinero.
Lo peor del estatut, la temible amenaza, es su propia indefinición. En dos de sus puntos decisivos nada se resuelve. Lo de la nación ha rematado en un circunloquio de difusa interpretación. La decisión sobre la hacienda pública ha sido aplazada por dos años.
Por tanto, el Estatut, que tendría que ser Lo Que Está (su étimo: verbo sto, estar en pie, estar firme), no se asienta sobre nada sólido.
Y hay en él suficientes palancas legales como para destruir al Estado, en cuanto un líder catalán se lo proponga. Y esos nunca faltan