No sabemos quien lo ha escrito, pero figura en las "Guías" que sobre Ramón J. Sender aparecen en una página web, y lo sacamos de ese nicho porque es un ejemplo de esos clisés enmohecidos que circulan sobre la España de hace un cuarto de hora. Ya hemos leído y oído en abundancia sobre la negrura y grisura, el aislamiento absoluto, el atraso patético que supuestamente tenía España antes de que adviniera la democracia. Los que teníamos alguna neurona en funcionamiento antes de 1978 sabemos que eso es una gilipollez. Podemos decir incluso que había más vitalidad cultural e intelectual en los últimos años del franquismo de lo que hubo después de que llegara el PSOE al poder. Otro día abordaremos este asunto. Ahora lo que queríamos transmitirles en la hora del vermuth, es que en esas épocas predemocráticas, los españoles a más de ignorantes, atrasados e idiotas, ERAN UNOS GUARROS.
Esta es una de las "Notas culturales/sociales" que incluye la guía Sender que hemos topado en una pagina de telefonica.terra, para mejor entender su novela "Las tesis de Nancy". Dice el autor o autora de la cosa:
La higiene no era algo muy extendido hasta mitad de los años sesenta. Eran pocos los que se labavan los dientes, los hombres se bañaban poco y las mujeres prácticamente nunca. La desnudez necesaria para limpiarse bien era una obscenidad y no estaba bien considerado bañarse a menudo. Quizás fuera influencia de los tiempos en que había que distanciarse de los musulmanes, con sus abluciones diarias, como la costumbre de hacer la limpieza de la casa en sábado para demostrar que no eran judíos.
Vamos a ver, autor o autora de esta memez, los que nos criamos en esa mitad de los sesenta en las ciudades nos lavábamos los dientes y nos bañábamos todos los días. A lo mejor estás hablando de treinta o cuarenta o cien años antes, cuando pocas casas tenían cuartos de baño. Aunque eso sí, existían los baños públicos. No obstante, la última referencia a los musulmanes y a los judíos, nos hace pensar que estás hablando de muchos cientos de años antes. Así pues, la costumbre de no lavarse que según este señor o señora existía en España hace cuarenta años, se había ido manteniendo sin cambios desde los tiempos de los Reyes Católicos. Acabáramos. Que ahí van a estar los culpables de esta alergia al agua y al jabón. Alergia, por cierto, que compartían otros europeos que no tenían que diferenciarse de los moros.
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Tengo entendido que en el ritual de las abluciones musulmanas está prohibido siquiera rozar las partes sexuales. Así que... cómo llevarán esos c...
ResponderEliminarEs lo que hay.
¿Seguro que este párrafo no pertenece a algún libro de viajes del XIX?. De un francés, me atrevería a apostar.
ResponderEliminarHombre, aprovecho esta visita de jesús pérez para recomendar una visita a su blog por el que pasé este fin de semana:
ResponderEliminarhttp://jepema.blogspot.com/
Y hay más Antonio... ¿con qué AGUA se hacen las abluciones en Arabia? Pues si no hay agua... pues la respuesta es que en el desierto la tradición islámica permite sustituir el agua por arena...
ResponderEliminarPatético... ¡los del desierto son los que nos daban "lecciones" de agua!
¡Hasta este extremo llega la sumisión a lo árabe-musulmán!
¿Por qué Rouco?
ResponderEliminar¿En tu entorno no os duchábais en los 60?
Pero ahora sí, no?
Entonces a quien pretendes dar lecciones de memoria?
ResponderEliminarPimpín, que eres un pimpín.
Por cierto ya tienes la referencia esa sobre lo de Fraga?
¿O es que te lo inventaste?
¿Te inventas muchas cosas?
Hombre, eres tú el que empleó la palabra 'MEMORIA'.
ResponderEliminarY lo de ser un pimpín no es ningún insulto en tu caso. Incluso tiene un tono tierno y todo.
Lo de Fraga cada vez me huele peor.
¿Te inventas muchas cosas?
ayayay, que mal gallego me eres.