El quid de la cuestión de la mochila, queridos oyentes de la SER, no está en que Rajoy cuestione la labor del juez y de la policía, ni en que como dijo López Garrido (entrenado en la eficacísima psiquiatría soviética) el dirigente del PP se haya vuelto loco. La llave del asunto ni siquiera se encuentra en la declaración del inspector Alvarez.
El misterio reside en que la mochila de nuestros desconciertos con su cargamento explosivo e informativo, no fue descubierta por ninguno de los policías que peinaron la estación de El Pozo, donde dicen que apareció, en busca de explosivos. El inspector Alvarez fue sencillamente uno más de los que padecieron ceguera aquel día. Nadie descubrió que entre todos aquellos objetos abandonados en la estación había uno que tenía una bomba (que no podía explotar) y un teléfono móvil con una tarjeta que conduciría a la detención de los "culpables" (hoy en su mayoría en libertad, por falta de relación con el atentado).
Del mismo modo, que los primeros policías que llegaron a la furgoneta estacionada en Alcalá, y donde luego aparecerían detonadores y una cassette con versos coránicos, tampoco vieron nada de eso; ni el perro olió el explosivo que luego se encontraría. Del mismo modo, que las pruebas que se encontrarían en el Skoda Fabia (un bazar persa, al decir de García Domínguez), tampoco estuvieron visibles para los inspectores y otras personas (empresa Hertz) por cuyas manos pasó el coche.
Luis del Pino explica lo de la mochi en su anotación de hoy en el blog que mantiene en Libertad Digital, y del que entresacamos estas líneas:
¿Qué importancia tiene, por tanto, la declaración del inspector jefe Alvarez? La respuesta es que esa declaración es importante, aunque sólo relativamente. Antes de su declaración, sabíamos dos cosas:
1) que no existía ningún testigo que hubiera visto esa mochila ni en la estación, ni en ningún punto del trayecto entre El Pozo y la comisaría de Puente de Vallecas.
2) que existen testigos (los Tedax) que hubieran debido ver esa mochila, en caso de que hubiera estado en El Pozo (ya que revisaron todos los bultos). Por tanto, si no la vieron, cabe deducir que es porque no estaba allí.
En otras palabras: antes de la declaración del inspector jefe Alvarez ya sabíamos que la mochila de Vallecas no estuvo nunca en la estación de El Pozo.
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El meollo de la cuestión es que si hubo policías que dijeron que había terrorista suicidas en los trenes de la muerte será a ellos a los que tiene que preguntar el listo de Del Pino ¿no crees?.
ResponderEliminar¿Insinúa este tío que hay conspiradores?.Pues ahí los tiene.
No obstante los Tedax me han dicho que tienen rayos X en los ojos como Superman y por lo tanto no se les pudo pasar por alto lo de la mochila.
Un hecho clave es que la mochila pesaba del orden de 15 kilos. ¿Nadie se dio cuenta de que había un objeto tan pesado? No es que los Tedax no tengan rayos X, es que no deben tener manos...
ResponderEliminar"Un hecho clave es que la mochila pesaba del orden de 15 kilos".
ResponderEliminarEl hecho clave es que esa mochila les llevó al locutorio de Lavapiés y posteriormente al resto de asesinos, y que el PP, repito el PP, pudo así evitar otra matanza. Cosa de la que debemos felicitar al PP y alegrarnos todos ¿o no?.
Pero vuelvo a repetir, si lo importante es que la pudo poner la policía creo que se debería investigar a los de las filtraciones de la SER. No se porque Del Pino no lo hace. ¿Es que protege a la SER o a los policías mentirosos?.
Te han dicho mal, nadie tiene visión de rayos X como Superman. Y si lo hay, que se demuestre.
ResponderEliminarTampoco es Luis del Pino quien tiene que preguntar a nadie. Es el juez que instruye el caso.
http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2006/540/1141513205.html
ResponderEliminar"Cosa de la que debemos felicitar al PP y alegrarnos todos ¿o no?."
ResponderEliminarPues no, porque el PP poco hizo, fue la policia que yo sepa
ominaeblog.net
Las fuentes de Eva Aguado
ResponderEliminarLa mochila azul
ResponderEliminarAlvarez, apellido simpatico
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