Hace tiempo, comentaba en el blog que los aficionados no catalanes del Barça era, sin duda, los forofos más olvidados del mundo. Ni el club ni los medios parecían considerarlos culés de pleno derecho. Y es que el más que un club aspira a ser un coto cerrado del catalanismo. El comentario mereció que los habituales críticos del blog lo ridiculizaran.
Pero el triunfo en la Champions ha probado la veracidad de mi aserto. Y uno de esos aficionados olvidados se ha quejado en voz alta por ese intento de limitar a Cataluña un triunfo que se ha celebrado en toda España (en mi villa gallega, estallaron petardos y resonaron bocinas). Lean, pues, lo que dice Antonio Casado en El Confidencial
"....pienso (...) también en la mezquindad de los directivos por abstenerse de visualizar la dimensión española del emblemático equipo catalán.
La falta de banderas nacionales en el incesante chorro de imágenes que nos abruma desde hace cuarenta y ocho horas -desde las previas al partido hasta las de los últimos de Canaletas de esta misma madrugada-, retrata a quienes se empeñan en meter ese plural, extenso, imparable y transfronterizo caudal de barcelonismo en el aldeano cesto de Laporta y unos cuantos representantes del cerrilismo nacionalista. Pero eso no nos molesta a los barcelonistas que ni siquiera hemos nacido en Cataluña. Primero porque, libres de esos trastornos de la personalidad, no confundimos churras con merinas. Y segundo, porque somos muchos."
Antonio Casado es el mismo que, en palabras de Federico Quevedo y a propósito de la campaña conspiratoria del 11-M,
ResponderEliminarhttp://www.elconfidencial.com/opinion/indice.asp?id=1377
"afirmó que todo esto es el fruto del subconsciente de unos malos perdedores. Pero no es así, y además él lo sabe. Porque lo que no puede negarme nadie es que en aquellos días desde la sede del PSOE se orquestó una campaña brutal y antidemocrática –porque antidemocrático es el uso de la jornada de reflexión para lanzar mensajes que en ese momento eran vitales en la estrategia política socialista- contra el Partido Popular"
Y yo digo que "eso no nos molesta. [...] Primero porque, libres de esos trastornos de la personalidad, no confundimos churras con merinas. Y segundo, porque somos muchos."
Tampoco pasa nada porque no haya banderas españolas.
ResponderEliminarSi de 20000 que fueron a ver al barça tomamos que un 16% votan ERC, tendría que haber habido 3.200 banderas.
Y no las había.
Además, en Cataluña está mal visto lucir la bandera española.
Como en muchísimas partes de España.
Creo que fué ayer domingo cuando ví unas imágenes de las peñas barcelonistas de Madrid festejando las victorias de su equipo mientras ondeaban una bandera rojigualda, (la cuatribarrada también es una bandera española). Me resulta increible que alguien pueda agitar dicho trapito mientras viste un trapito blaugrana porque el mismo presidente del BarÇa afirmó que no entendía el forofismo culé fuera de Cataluña, (aunque después rectificara, claro, el marketing obliga a todos hoy en día).
ResponderEliminarY realmente es cierto que la bandera rojigualda ofende en muchos lugares pero no a la tierra ni a la mayoría de la población: No ofende en Cataluña sino a los nazis catalanistas igual que no ofende en Galicia sino a los nazis aportuguesados. No son los territorios los que se ofenden sino los totalitarios los que se sienten ofendidos y como saben que no pueden ladrar por ello dicen que ladran por otra cosa.
Que conste que dije ... en Cataluña y en muchísimas partes de España.
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