Como veterano connaisseur de la estulticia humana, reconozco el placer que me causa la lectura de El Periódico de Cataluña. Este periódico es voz y eco de la izquierda exquisita catalana, tan finos ellos, tan privilegiados, tan engreídos que se creen justos y benéficos, que se piensan por encima del egoísmo y la ruindad de la derecha. Esa derecha nuestra, a la que adoran odiar y a la que responsabilizan de todos los males del mundo.
Vean como muestra, esta pieza de Alicia Giménez-Barlett, que compone aquí otro ejemplo de deshonestidad intelectual. Se mofa la escritora de la negativa de Jorge Bush (sic) a que el himno americano tenga versión en español y hace unas cuantas bromas al respecto. Obviamente, ella está por encima de esas minucias, los llama "trinos patrióticos", cosas que sólo pueden preocupar a derechistas antiguos. Si pensara un poquito, se percataría de que esta cuestión (que también sacude a Alemania por la propuesta de un diputado de cantar un verso del himno en turco) es el prisma perfecto del dilema entre integración/multiculturalidad.
La deshonestidad grave ocurre cuando Giménez-Barlett traslada el ejemplo a España, y no a Cataluña.
Afortunadamente el himno español no tiene letra, porque con la variada procedencia de nuestros inmigrantes tendrían que traducirlo al esperanto, por aquello de unificar. Al pobre Acebes le daba algo. ¡Todos esos extranjeros lanzando gérmenes al vocalizar, con la de enfermedades que traen! Nada de eso, calladitos y a currar, que para eso han venido. Y la patria para el que se la merece, como siempre fue. Lo de Bush sería una broma comparado con la que se montaría in Spain.
Ocurre, sin embargo, que jamás tendremos aquí ese problema. Los inmigrantes, si acaso, están reforzando el predominio del idioma español en España, lo han escogido como idioma común, no sólo en regiones castellano-hablantes. sino también en comunidades autónomas con vernáculo. Algo de lo que son muy conscientes los catalanes, los primeros que se han quejado de la circunstancia, empezando por Pujol y la Ferrusola.
Pero como la ultraderecha es española y no catalana, esa cuestión es tratada de otro modo al hablar de Cataluña.
¿Se imaginan qué pasaría si un día los ecuatorianos de por aquí quisieran hacer trinos en plan: "Buen golpe de hoz, defensores de la tierra"? Más de un político del Parlament saltaría de su silla hecho un basilisco nacionalista. Pero semejante hipótesis no es impensable si aplicamos aquello de "es catalán aquel que vive y trabaja en Catalunya". Menos mal que a los inmigrantes que nos han tocado no parece darles la vena patriótica con tanto afán.
La liviandad es la clave del progresismo. Fíjense cómo se mofa Giménez de la idea de que los inmigrantes traen enfermedades, como si los periódicos no nos hablasen del asunto. Por supuesto, Giménez-Barlett no necesita de la sanidad pública, y no ha de preocuparse (como lo hace el populacho "racista") de su saturación a causa de los inmigrantes. Tampoco de las escuelas públicas llenas de chavales recién llegados de todos los confines del mundo. Seguro que tampoco el barrio de Giménez se ha convertido en Little Karachi.
Es también significativo que mencione a los ecuatorianos como los que pudieran pedir la traducción de Els Segadors. Es lógico: Los andaluces y murcianos ya están domados. Los han convencido de esa curiosa idea de que, si se esfuerzan, si maquillan sus acentos, podrán pasar por catalanes de verdad. Son los recién llegados de fuera de la península los que no aceptan con tanta mansedumbre el catalanismo discriminador. Pero de momento "los inmigrantes que nos han tocado no parecen sufrir de vena patriótica".
Algún día, quizás pronto, la izquierda exquisita catalana, la que se ríe de los fachas patrioteros, se encontrará con que sus inmigrantes les dirán que no, que están hartos de la discriminación, que están hastiados del no reconocimiento de su lengua. Habrá que verlos entonces cuando se nos muestren como lo que son: unos niñatos privilegiados, protegidos por policías, leyes e imperialismo cultural, que ya no tienen a un Acebes al que echar la culpa de todo.
Te he linkado
ResponderEliminaracertadísimo fisking. llegué a través de ignacio.
ResponderEliminares que a la nazi esta ya llega el olor de
http://generacion-x.blogspot.com/2006/06/madame-zapaterror.html
por no hablar de esa presunta(sospechosa)catalanización del Giménez(-Barlett)
ResponderEliminarMuy bien escrito, aunque es verdad que el PP defiende cosas para Cataluña que no defiende para España.
ResponderEliminarA veces se les calienta un poco la boca.
Por cierto,
ResponderEliminarno sé si os habéis fijado en que todo progre que se precie, aunque esté escribiendo en español DEBE escribir "CataluNYa".
Los pobres lo tienen interiorizado. Escribir "CataluÑa" es una "transgresión" a la que, curiosamente, ningún progre se atreve.
Son patéticos.