Fartos de Nunca máis, más que nunca

Tres asociaciones de Galicia han hecho público un comunicado contra las posiciones y la convocatoria de manifa de Nunca máis, el domingo próximo. Podrían decirse muchas más cosas de los susodichos NM de las que aparecen en la nota, pero por lo menos, se dice algo contra esos farsantes. Sí, farsantes. Porque, vamos a ver, lo que querían decir con Nunca máis era que "Nunca máis PP", y, siendo ese el objetivo verdaderamente acariciado por sus inspiradores y cabezas parlantes, ¿por qué demonios no lo presentaron así de clarito? Es cierto que en algunas manifas de aquellas del Prestige se veían cartelitos que expresaban aquel deseo, pero ¿por qué ocultar las intenciones siendo como son tan loables desde su propia perspectiva?

Además de farsantes, embusteros, porque mintieron sobre lo que estaba sucediendo. La primera mentira ya iba escrita en su nombre. ¿Cómo que Nunca máis? ¿Es que hay algún modo de impedir absolutamente que ocurran accidentes y catástrofes? No. Y como demostración, los incendios de este año, si bien con una diferencia: los incendios ocurren verano tras verano, se sabe perfectamente que vienen, se sabe que hay que estar preparado, y se sabe cómo hay que estar preparado. Un petrolero basura se parte una vez cada equis años, pero los fuegos, son tan previsibles como la salida del sol.

Y ahora con los fuegos ¿qué dicen? Pues que "ningún dispositivo hubiera sido capaz de hacer frente a los fuegos". ¡Absolución total para el gobierno gallaéctico y el de ZP! ¿Gratis et amore? Da igual. Burla Negra ya sabemos que ha sido debidamente recompensada por sus fantochadas en las manifas contra el PP a cuenta del Prestige. Y qué poco nos sorprende esta doble vara de medir y este desvergonzado respaldo a los nuevos dizque gobernantes. Nunca máis PP lleva por la otra cara la inscripción Socialnacionalistas forever. Y whatever they do, hagan lo que hagan. Jamás se les oirá una crítica a los "suyos". Ese sí que es un buen rebaño, sí señor. En cambio, el territorio de los conservadores, los liberales, la derecha, y compañía, es un guirigay de diferencias, de disputas, de críticas, de debates sobre cualquier chorradilla.

A la larga, como han señalado algunos sabios, los sistemas donde no hay crítica, es decir, donde no hay libertad, tienden a ser ineficaces y a hundirse, más pronto o más tarde. Pero en un aspecto son eficaces estos ineptos: en mentir, en engañar y en crear espejismos.