Los mansos

Ignoro quién es el autor de este texto, que me ha llegado por terceros y reproduzco a continuación:




En el revuelo que se armó con el atropello de Farruquito, los que clamaron pidiendo justicia fueron acusados, por ellos y sus abogados, gitanos también, de racistas. Aquel atropello ocasionó una muerte producida por un Farruquito sin carné de conducir, al volante de un coche con exceso de velocidad y en un paso de peatones. Además hubo negación de auxilio, ocultación del hecho y cuando días después la policía localizó el automóvil, hizo Farruquito que se autoinculpase un menor de edad para eludir la justicia: Se juntaban todos los agravantes posibles.



Ahora un caso a la inversa: un trabajador de 64 años, Gaspar García, tiene el tiempo justo de frenar evitando atropellar a una niña gitana, que sin control por parte de los padres, salió a la calle corriendo de entre un grupo de contenedores de basura. El padre y varios parientes, que estaban comiendo en un establecimiento de la Junta de Andalucía, gracias a la generosidad de los payos, fueron a sus furgonetas a armarse y ejecutaron de once tiros a un hombre que inclusov intentó echar pie a tierra para interesarse por el estado de la niña, que
gracias a Dios resultó sin heridas de consideración.



¿Y ahora qué? ¿Intentarán también llamar racistas a los que pidan la pena máxima para los asesinos?



Un hombre, en la más estricta defensa propia, mata a tiros a dos maleantes que amenazaban a su familia. La pregunta de algunos bobalicones: ¿Tenía licencia de armas para esa pistola?



Farruquito, con todos los agravantes, tuvo una condena menor; dos años de cárcel que no cumplirá por no tener antecedentes penales. Consecuencia: de ahora en adelante es posible que la gente prefiera huir, negando el auxilio, antes que arriesgarse a morir asesinado.



Batasuna y ERC, de una u otra forma coreados por los nacionalistas "moderados" o sus aliados de gobierno, amenazan sin tapujos con la independencia y la desmembración de España. Un alto jefe militar, expresando su opinión, y la de una gran mayoría de españoles, aclaró cual era la más importante función del Ejército: la defensa de las fronteras y la conservación de la integridad territorial de España, según el artículo octavo de la Constitución.

Obviamente esto, recordar la Constitución, ha sido considerado por el Gobierno y sus socios como una provocación fascista, mientras que las amenazantes declaraciones políticas de la ilegal Batasuna, de ERC, de CIU, PNV o PSC, son a juicio de las autoridades respectivas, ajustadas a democracia, a esta extraña y particular democracia en la que vivimos, que seguramente hará reír a nuestros vecinos.



El pueblo español, manso de solemnidad, no quiere problemas:



¡Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra. La que nos quede!