domingo, 31 de diciembre de 2006

¿Se ha ocultado la muerte del ecuatoriano?

Podría ser que ZP cuando salió esta tarde a las seis y pico ya supiera que había con seguridad, al menos, una víctima mortal entre los escombros del parking de la T-4 de Barajas. He leído aquí que la muerte de uno de los ecuatorianos desaparecidos podría haberse sabido a las cuatro de la tarde. O sea, que la desafortunada noticia puede haber estado en manos del gobierno español antes de la comparecencia de Zapatero. Lo mismo se deduciría del comunicado del gobierno ecuatoriano, que ahora ha sido desmentido por Exteriores. Desmentido o no, un comunicado oficial no suele pergeñarse en quince minutos. En todo caso, nueve horas después del bombazo, que es cuando compareció el presidente, lo más probable era que el pobre chico estuviera muerto. Más si hacemos caso de la ministra de Fomento, la odiosa Álvarez, que dijo que el coche donde daba "una cabezadita" (expresión de Rubalcaba, que no hizo una comparecencia de ministro sino de coleguilla, ligera y tal), se encontraba cerca de la furgoneta bomba.

¿Qué quiero decir? Pues esto: el gobierno puede haberse dedicado a esa repugnante labor de administrar-manipular la información y haber "congelado" la noticia de la muerte del joven ecuatoriano para que Zapatero lidiara con menos presión su comparecencia. Porque con una víctima mortal, el rollito de la "suspensión" no iba a colar tan fácilmente. Sobre esto habría que indagar. Pero sería una canallada intolerable que se hubiera ocultado durante unas horas la muerte del ecuatoriano para facilitarle el trabajo a ZP. No nos extrañaría que lo hubieran hecho. Típico de esta gente es.

Decíamos esta mañana aquí que ZP no rompería públicamente sus tratos con los etarras. De romper ya se ha visto que nada. Ha dicho "suspender", que es interrumpir. Esa es la fórmula que ha encontrado para salir del paso. Ha intentado dar el pego. Y ahora, a esperar a que se diluya en el tiempo la terrible sensación que ha dejado el atentado. Sólo una cosa más: Zapatero tenía una oportunidad para bajarse del tren infernal en el que se ha metido con ETA y no la ha aprovechado.

2 comentarios:

  1. La pregunta es, ¿ZP sabía el destino del tran cuando se subió? ¿Conocía la trayectoria profesional del revisor que le ticó el billete?

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