Vía Moncloa:
Pregunta: Presidente, usted ha comentado que ha dado orden de suspender las iniciativas para desarrollar el proceso de diálogo. Yo quería saber si eso equivale, y perdone que haga una pregunta de tipo semántico, a que el proceso está roto.
Por otra parte, quería preguntarle qué opina de las declaraciones de Arnaldo Otegi, si ya las ha escuchado, en las que pide que no se rompa el proceso.
Presidente: Para las dos preguntas sirve la misma respuesta: con violencia no hay diálogo, ningún tipo de diálogo.
Pregunta: Yo quería insistir en saber si nos podría precisar si la suspensión es temporal, definitiva o condicionada a que haya algún gesto por parte de ETA.
Por otra parte, quería saber, ya que usted se ha dirigido a los españoles, si puede explicar a los españoles por qué fue usted ayer tan optimista, si es que tenía algún dato.
Presidente: En relación con la primera pregunta, suspensión del diálogo representa que el Gobierno considera, porque es evidente, que no se cumplen las condiciones, los presupuestos, de la Resolución parlamentaria. Y esos presupuestos, esa condición imprescindible, es voluntad inequívoca de abandono de la violencia. Hasta que ese supuesto no se produzca, no habrá ninguna aproximación al planteamiento del diálogo. Cumpliremos escrupulosamente lo que es la Resolución parlamentaria.
En segundo lugar, no se trata de una cuestión de optimismo o de pesimismo; se trata de una cuestión de determinación y de convicción de que la sociedad española y la sociedad vasca van a ganar la paz y el fin de la violencia, y que la democracia va a ganar esta batalla. Ha resistido duro y va a seguir resistiendo. Y con el respaldo de la inmensa mayoría de la sociedad española ganaremos esta batalla.
Pregunta: Perdone que le insista en esa misma pregunta que le han realizado mis dos compañeros. Entiendo entonces de sus palabras que ustedes se mantienen a la espera y que el proceso de paz no lo dan por roto; simplemente dan por suspendido el diálogo.
Presidente: Reitero, la condición para el diálogo era y es la voluntad inequívoca de abandono de la violencia por parte de ETA. Lo que ha sucedido hoy, el gravísimo atentado de la banda terrorista ETA, es radicalmente contrario a esa voluntad inequívoca. Por tanto, hasta que en el futuro no exista una voluntad inequívoca no habrá ninguna posibilidad por parte del Gobierno de aproximar ningún diálogo con la banda ETA.
lunes, 1 de enero de 2007
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