miércoles, 16 de mayo de 2007

«Ama a tu prójimo»

"Si ETA te mata yo no iré a tu funeral. Ojala esto no suceda, no deseo la muerte de nadie, ni siquiera la tuya. Pero lo que no podré evitar es alegrarme enormente, son emociones humanas... Y no será culpa mía, si no tuya.
Ten decencia y abandona la politica con la que te lucras con los votos que te dimos, los que ahora te odi(a)mos."

Este es parte de un correo recibido por Rosa Díez.

Esta forma de "razonamiento" sorprende a muchos por su evidente contorsionismo moral, pero es tan antigua como la humanidad y siempre nos ha acompañado. En este caso el remitente, que se alegraría por una muerte, pero sin desearla -dice-, encuentra su particular coartada en la naturaleza humana. Él entiende que dicha naturaleza le impediría otro sentimiento que no fuera la alegría ante ese suceso, buscando así abrigo bajo el llamado determinismo biológico (oxímoron donde los haya), una fuerza contra la cual, pensará él, es imposible hacer nada. Inútil resistirse.

¿Cree alguien posible que la persona que escribió esas líneas a Rosa Díez se sienta (subjetivamente, claro) plenamente justificada y sin conflictos internos al exponer ese pensamiento suyo?

Este es un posible enfoque:

La propensión a la moralidad grupal (in-group morality) parece ser un atributo de la naturaleza humana, y esa moralidad conlleva una parte éticamente viciosa, de auto-engaño real, que en ocasiones pretende hacernos creer que obramos bien cuando obramos mal. Decía Thomas Paine en 1794:

Infidelity does not consist in believing, or in disbelieving; it consists in professing to believe what one does not believe. It is impossible to calculate the moral mischief, if I may so express it, that mental lying has produced in society. When man has so far corrupted and prostituted the chastity of his mind, as to subscribe his professional belief [belief professed] to things he does not believe, he has prepared himself for the commission of every other crime.


Weinberg, refiriéndose en concreto a la religión, dice: "Con o sin religión, la gente buena seguirá haciendo el bien y la gente mala seguirá haciendo el mal; pero para que la gente buena haga el mal, hace falta la religión".

Pero esto es perfectamente generalizable. No es sólo la religión. Ni necesariamente la religión. Es la entrega total y voluntaria a una ideología en el amplio sentido descrito por Revel (con una puntualización):
«Qué es la ideología? Es una triple dispensa: dispensa intelectual, dispensa práctica y dispensa moral. »

Así, quien sigue una ideología, puede permitirse retener sólo los hechos favorables a la tesis que se sostiene, incluso inventarlos totalmente, y negar los desfavorables, omitirlos, olvidarlos, impedir que sean conocidos. No hay necesidad de vivir confrontando las ideas sobre la realidad con la propia realidad ni tampoco es obligatorio plantearse las propias acciones como buenas o malas si no es en función de la eficacia de dichas acciones al servicio de la ideología.

La puntualización que quiero hacer a la cita de Revel se refiere a la dispensa moral, que no me parece del todo apropiada. Más que una dispensa suele tratarse de una sustitución. Los dos grandes regímenes totalitarios del S.XX, por ejemplo, no eran nihilistas morales sino que tenían unos criterios bastante definidos acerca de lo que consideraban bueno o malo.
(Y entre esos criterios, el del antisemitismo no fue ninguna aportación original sino que ya existía de antiguo y se conservó.)

5 comentarios:

  1. Lo que dice exactamente Revel acerca de la dispensa moral, a mi corto entender, es precisamente lo que usted dice que no dice: Que la dispensa moral consiste en una sustitución. Copio del principio del cap. 9 de "El Conocimiento Inútil":

    "La dispensa moral abole toda noción de bien y de mal para los actores ideológicos; o más bien, el servicio de la ideología es el que ocupa el lugar de la moral"

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  2. Gracias DePaso. La verdad es que ese "más bien" cambia radicalmente esa parte de la cita (tomada aisladamente) acercándose a ese sentido que considero más preciso.

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  3. Esto es un ejemplo de la degradación moral a la que han llegado los vascos. Dicen no a eta pero si les sirve para sus fines la justifican.
    ETA podrá llegar a desaparecer pero los vascos pagarán el precio de su inmoralidad durante los próximos 100 años, y entre que ETA deje de matar a que haya libertad hay un gran trecho.

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  4. "Dicen no a eta pero si les sirve para sus fines la justifican"

    Vaya, qué casualidad. Igualico igualico que lo que hace Federico:

    http://www.youtube.com/watch?v=G9m2rQ95tGk

    ¿Quién es aquí el que apoya a ETA, el que justifica el terrorismo, el que está a favor de que tiren cócteles molotov contra sedes de un partido?

    Pues eso.

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  5. http://www.ted.com/themes/view/id/4

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