Mucha gente se preguntaba dónde estaban los de "nunca máis" cuando se produjo el vertido de fuel en Ibiza. Algunos llegaron incluso a insinuar que estaban de vacaciones, que nuestros progres (Manolito Rivas y Suso, a la vanguardia) eran unos hipócritas por no defender en Ibiza lo que defendían en Galicia...
La extrañeza era aún mayor cuando voces progres autorizadas empezaron a revelar la verdad: la culpa del desastre no era del barco, ni de Lady Aviaco (la impagable ministra del plan galicia de m.). Era, naturalmente, del PP.
Las acusaciones contra la eficaz ministra no fueron sino las típicas maldades de la derecha más extrema.
No obstante, resultaba extraño que, siendo todo ello la culpa del PP (como lo del Prestige, como lo del Yak, como los incendios de Galicia en 2006, como la voladura del Maine y como el asesinato de Julio César), no acudiera el verbo siempre engolado del padre de Martiño (perdón, Martín) a dar la cobertura estético-progre para que el pueblo pudiera canalizar adecuadamente su ira en el preceptivo minuto diario de odio.
Pero todo tiene su explicación.
Manolito no podía embarcarse en un asunto tan banal como el de vertido de fuel en un parque natural en Ibiza porque estaba dedicando su valioso esfuerzo en una tarea más noble y más solidaria.
Manolito estaba introduciendo una profunda reflexión destinada a cambiar el futuro de la política española. Manolito estaba, ni más ni menos, que reivindicando la creación de un "PARTIDO DO RISO".
No podíamos perturbar los esfuerzos de nuestro intelectual más brillante.
Eterna confusión para los malpensados.
Alabanza perpetua para nuestra luminaria.
La extrañeza era aún mayor cuando voces progres autorizadas empezaron a revelar la verdad: la culpa del desastre no era del barco, ni de Lady Aviaco (la impagable ministra del plan galicia de m.). Era, naturalmente, del PP.
Las acusaciones contra la eficaz ministra no fueron sino las típicas maldades de la derecha más extrema.
No obstante, resultaba extraño que, siendo todo ello la culpa del PP (como lo del Prestige, como lo del Yak, como los incendios de Galicia en 2006, como la voladura del Maine y como el asesinato de Julio César), no acudiera el verbo siempre engolado del padre de Martiño (perdón, Martín) a dar la cobertura estético-progre para que el pueblo pudiera canalizar adecuadamente su ira en el preceptivo minuto diario de odio.
Pero todo tiene su explicación.
Manolito no podía embarcarse en un asunto tan banal como el de vertido de fuel en un parque natural en Ibiza porque estaba dedicando su valioso esfuerzo en una tarea más noble y más solidaria.
Manolito estaba introduciendo una profunda reflexión destinada a cambiar el futuro de la política española. Manolito estaba, ni más ni menos, que reivindicando la creación de un "PARTIDO DO RISO".
No podíamos perturbar los esfuerzos de nuestro intelectual más brillante.
Eterna confusión para los malpensados.
Alabanza perpetua para nuestra luminaria.
¿Ha muerto Julio César?
ResponderEliminarno sabia; mi pésame a la viuda
Estou partido do riso que me produce o neno Rivas.
ResponderEliminarEl Gobierno ocultó que el barco hundido en Ibiza contiene residuos "altamente tóxicos"
ResponderEliminarhttp://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276310383.html
No lo ocultó el gobierno, lo ocultó la empresa. Si el gobierno lo hubiera ocultado, usted ahora no lo sabría.
ResponderEliminarEl motivo por el que Nunca Máis no ha abierto la boca, es que ahí se actuó correctamente. Prueba de ello es que tan sólo tres playas se cerraron al público, y durante poco más de una semana. Y ya han sido reabiertas. Compararlo con lo que pasó durante el Prestige es ridículo.
Al Anónimo pro-gubernamental se ha quedado corto.
ResponderEliminarSegún él, en Ibiza "se actuó correctamente".
Ha faltado decir que, además, la ministra Lady Aviaco no ha mentido.
Faltaría más.
"Según él, en Ibiza "se actuó correctamente"
ResponderEliminarY de hecho, tengo razón. Ya ve usted, que a mi afirmación, usted únicamente responde:
"Faltaría más"
Esa es toda su argumentación. Yo, repito, DESCONOZCO detalle alguno en el que no se haya actuado correctamente. ¿Usted sí lo conoce? Pues estoy deseando oirlo.