Unas veces nos dicen que las palabras importan más y otras menos. Si no importa el debate 'nación'-'nacionalidad' sí importa el del 'matrimonio'.
El caso es que poco a poco, tomando unas palabras de aquí y otras de allá, nos vamos haciendo con algunos retazos del pensamiento de nuestro presidente. Y no es fácil.
Lo último en un artículo de El País de ayer en el que "el presidente del Gobierno reflexiona sobre los principales acontecimientos de sus dos años de mandato".
En general el contenido del artículo no dice nada nuevo ni a propios ni a extraños y resulta altamente autocomplaciente.
Destaco lo siguiente:
Con las palabras los seres humanos construimos significados y moldeamos la realidad.
- Política de izquierdas. Los retos que ha afrontado el Ejecutivo y las reacciones que ha encontrado han llevado a algunos analistas a concluir que es el Gobierno más a la izquierda de la democracia.
Zapatero lo ve así: "La derecha confía en los individuos como consumidores, en el mercado como panacea y en el Estado como obstáculo. La izquierda confía en los individuos como ciudadanos, en la sociedad abierta y tolerante como panacea del desarrollo individual, y en el Estado como garante. Por eso me considero de izquierdas. Creo que el Estado no debe tan solo "dejar hacer", sino actuar con decisión para promover nuevos derechos sociales, y ciudadanos más libres, preparados y más protegidos".
[Via 'Internet Política']
lunes, 24 de abril de 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Interesante hallazgo, Antonio
ResponderEliminarLo que dice ZP es terrible:
a/la realidad no existe, se construye
b/el estado ha de actuar con decisión para construir esa nueva realidad
Es un pensamiento mesíanico, que une el despotismo ilimitado del estado moderno, con la debilidad del pensamiento posmoderno.
Tal concepción del estado, si pudiera cumplirse, engendraría monstruos (control de pensamiento, censura total, eugenesia, eutanasia, experimentos genéticos...)
El "Proyecto Gran Simio"...
ResponderEliminarhttp://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276277532.html
El «NO "dejar hacer"» es diametralmente opuesto a «promover ciudadanos más libres».
ResponderEliminar