A Nosa Terra miente, una constructora lo financia

El otro día, el panfleto A Nosa Terra publicaba un deplorable artículo sobre Tan gallego como el gallego. Es deplorable por varias razones: la falta total de rigor en los datos que aduce, lo que lo convierte en pésimo periodismo; el tono del artículo que cae dentro de lo que los americanos llaman character assassination, es decir, un esfuerzo por destruir la reputación de aquellos sobre quienes escribe; por la pereza mental e intelectual de quienes, para justificar que haya gallegos que protestan la “normalización” (lógico, el concepto de normalización implica que la mitad de nosotros somos anormales), hablan de ultraderecha, centralismo, jacobinismo, y esas giliflautas. En rigor, la única militancia de los de Tan gallego como el gallego es el antifascismo, porque fascista -con todas las letras- es una ley que se basa en mitologemas como identidad, pueblo, patria, y que coloca la educación al servicio de esa basura mental.

El caso es que A Nosa Terra ha sido comprada por Jacinto Rey, constructor amigo de Quin de Allarico y dueño de Constructora San José. Una empresa gallega con importante carga de trabajo en el resto de Esaña. De hecho, su sede operativa está ya en Madrid. El señor Rey es, por supuesto libre, de tener las ideas que quiera, libre de comprar medios de comunicación; pero desde el momento en que lo hace, ha de afrontar las consecuencias de lo que dicen esos sus medios. De ahí que deberíamos informar a toda la clientela y accionistas de San José que están ayudando a financiar el odio a España y al castellano, que colaboran, en fin, con la mentira y el linchamiento hacia quienes se oponen a ese odio. Acaso les interese.