No es sólo la práctica ausencia de voluntad apostólica en tierras islámicas (y la Iglesia, o es apostólica, por tanto proselitista, o no es), empresa que el Consejo Pontificio que dirige Tauran ha invertido en favor de la penetración islámica en Europa; anteayer el Papa ha dado una nueva muestra de la deriva deísta de la Iglesia Católica en los últimos tiempos, hacia un Dios cada vez más lejano y menos providente.
Aunque Benedicto XVI ha logrado dar la impresión de expresar alguna opinión concreta sobre la-teoría-de-la-evolución, lo cierto es que ha conseguido eludir, una vez más (igual que su antecesor), hacer alusión expresa a la teoría cuyo mecanismo fue originalmente expuesto por Darwin y Wallace. Y por diversas crónicas que he leído hasta ahora, se ve que la retórica ilusionista (en esto la Iglesia es experta) ha funcionado ampliamente tanto con los creyentes como con los ateos, y demás. La Iglesia, aunque cada vez más acorralada, de nuevo nada y guarda su ropa.
No se ha pronunciado inequívocamente sobre el llamado (neo)darwinismo.
Lo cierto es que, tal como puede comprobarse, el Papa ya sólo consigue refugiarse en el origen de los tiempos, en el principio.
Pero a esa frontera nunca pretendió llegar la teoría, la cual se limita a expresar el funcionamiento de un mecanismo generador de diseño. Un mecanismo realmente existente.
Darwin, a pesar de su notable descreimiento, jamás pensó que su teoría aportara un elemento esencial de refutación a la existencia de Dios.
Y mucho antes, Newton y Leibniz encontraron perfectamente compatible el mecanismo de los cuerpos celestes con la creación original de sus leyes por Dios.
Si bien, y aquí está la razón primaria de este comentario mío, cada uno de ellos defendía a un Dios esencialmente diferente al otro.
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Saludos,
ResponderEliminarHasta donde sé, Darwin era un hombre de firmes convicciones religiosas, y vivió un conflicto profundo entre sus creencias y sus ideas; era consciente del impacto negativo que estas últimas tendrían sobre la religión, y por ello no quiso publicarlas hasta que supo de Wallace, que había desarrollado ideas similares por su cuenta. De hecho fue el propio Wallace el que le animó a publicar.
Alguien tiene que documentarse aquí, pero puedo ser yo. Tenga un buen día.
Debe estar pensando en su mujer, Emma, quien sí era "firmes convicciones religiosas".
ResponderEliminarDarwin por su parte dejó escrito "creo en general, pero no siempre" y se definió a sí mismo como agnóstico.
Y, por poner algún otro ejemplo, "... nunca fui tan necio como para sentir y decir: Credo, quia incredibile", o bien, "Nada hay más impoortante que la difusión del escepticismo o el racionalismo durante la segunda mitad de mi vida."
No obstante, en estos tiempos en que las posiciones de la mayoría de creyentes y ateos parecen tan polarizadas, conviene aclarar que la postura personal de Darwin era, sobre todo, de respeto por las personas con creencias religiosas.
En cuanto a su teoría respondió a alguien en una ocasión: "la teoría de la evolución es bastante compatible con la creencia en Dios; pero también es necesario que usted tenga en cuenta que las personas tienen diferentes percepciones de Dios".
Esto es lo que él pensaba. Otra cosa muy diferente es lo que temiera que pudieran pensar otros.
En cualquier caso, si le interesa, le sugiero la lectura de su autobiografía. Si no lo encuentra absolutamente aburrido puede seguir con sus cartas.
Aprovecho para concluir con otra de sus agudas observaciones, que conviene recuperar en estos tiempos en que tantos defensores de Darwin se muestran, ideológicamente, tan anti-darwinistas. De su autobiografía:
Tengo la impresión (correcta o incorrecta) de que los argumentos propuestos directamente contra el cristianismo y el teísmo carecen prácticamente de efecto sobre el público; y que la libertad de pensamiento se verá mejor servida por una gradual elevación de la comprensión humana que acompañe al desarrollo de la ciencia. Por tanto, siempre he evitado escribir sobre la religión y me he circunscrito a la ciencia.
Saludos cordiales.
Amplío una de las citas de Antonio en el comentario anterior, de una carta a Aveling:
ResponderEliminar"...Por eso siempre he evitado escribir sobre la religión, dedicándome a la ciencia. Me predispone a evitar atacar directamente a la religión el deseo de evitar cualquier dolor a los miembros de mi familia. "
http://elcafedeocata.blogspot.com/2008/03/darwin-y-el-sentido-de-la-prudencia.html
Es interesante tu punto de vista.
Gracias Silvia.
ResponderEliminarAprovechando la cita a Aveling reproduzco un extracto del prólogo de Martí Domínguez a una edición de la autobiografía de Darwin:
En 1883, poco después de la muerte del científico, Aveling publicó en la editorial Free Thought Publishing un folleto de ocho páginas, algo panfletario, que recoge una larga conversación con Darwin durante una visita a Down. Acompañado por Ludwig Büchner [...]
Entonces comenzaron a tratar el tema de la religión Darwin les preguntó qué entendían por ateísmo. Los dos visitantes le explicaron que eran ateos en el sentido etimológico del término: la no evidencia de Dios.
«Se le explicó que la letra griega α era privativa, no negativa; lo cual implicaba que no éramos partidarios de la locura de negar a Dios, pero también evitábamos con el mismo esmero la locura de afirmarlo: como la existencia de Dios no estaba probada, no teníamos Dios. A medida que íbamos hablando, resultaba evidente por el cambio de luz de sus ojos, que siempre nos habían mirado con la máxima franqueza, que un nuevo concepto estaba arraigandoi en su mente. Había imaginado hasta entonces que negábamos la existencia de Dios y descubrió que nuestros pensamientos no diferían casi de los suyos. Punto por punto se manifestó de acuerdo con nuestros planteamientos [...] y finalmente dijo: "Aunque pienso como ustedes, prefiero el término agnóstico a la palabra ateo".»
De algún modo, concluye Aveling, agnóstico y ateo son términos parecidos, aunque este último pueda resultar algo más agresivo. Y según parece, Darwin estaba de acuerdo. (*)
«Esto nos llevó a hablar del critianismo y él pronunció estas importantes palabras: "No abandoné el cristianismo hasta que cumplí cuarenta años", Subrayo estas palabras para la atenta consideración de todos cuantos han afirmado recientemente que el gran naturalista era un creyente cristiano. Seguro que los poco escrupulosos leerán esta frase sin las últimas cinco palabras [...]. Preguntado por qué lo había abandonado, la respuesta fue simple y autosuficiente: "Porque no está confirmado con pruebas" [It is not supported by evidence].»
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(*) Como se ve, en este punto Martí Domínguez prefirió evitar la literalidad, más cruda, que sí aparece en el link del café de Ocata:
- Bien –le contestó Aveling- un agnóstico es un ateo que no quiere perder la respetabilidad, mientras que un ateo es un agnóstico agresivo.
- ¿Y por qué hay que ser agresivo?
http://elcafedeocata.blogspot.com/2008/03/darwin-y-el-sentido-de-la-prudencia.html
Como observó más tarde el hijo de Darwin, Francis, también presente en la conversación:
"Las respuestas de mi padre daban a entender su preferencia por la actitud no agresiva del agnóstico. El doctor Aveling parece considerar que la ausencia de agresividad de las opiniones de mi padre no las distingue esencialmente de las suyas. Pero, en mi opinión, son precisamente diferencias de esta clase las que lo diferencian radicalmente del tipo de pensador al que pertenece el doctor Aveling."
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Quienes siguen arriesgándose a evangelizar a los musulmanes en sus países son los evangélicos, y pagando el precio por ello en forma de vidas y ataques a sus iglesias.
ResponderEliminarQuienes siguen arriesgándose a defender una fe real en una Biblia real que relata hechos reales son los evangélicos, pagando el precio de ser la burla de todos los que se creen intelectuales.
Un saludo.
No entiendo la intención de esta entrada. Por un lado, parece que se critica al papa por no posicionarse a favor del diseño inteligente. Por otro, en este post de hace 2 años
ResponderEliminarhttp://radikaleslibres.blogspot.com/2008/04/evolucin-y-religin.html
el autor defendía que evolucionismo y teísmo son perfectamente compatibles.
Algo me he perdido, seguro, lo digo sin ironía. Sinceramente, agradeceré que alguien me lo explique.
A José García Palacios.
ResponderEliminarEfectivamente la Iglesia es muy grande, y comprende a todos sus fieles. Yo señalo sobre todo algunos comportamientos de la alta jerarquía vaticana. Concretamente del Papa y del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
Anteriormente ya había señalado la deriva relativista (sí, aunque estemos hablando de Ratzinger) del Vaticano respecto al Islam. Adoramos al mismo Dios, suspensión de la vocación apostólica en tierras de infieles, etc. Véase otro post con algunos ejemplos
http://radikaleslibres.blogspot.com/2008/12/encaje-de-bolillos-de-benedicto-xvi.html
En esta entrada de ahora me fijo en la deriva hacia una espiritualidad más blanda, hacia un Dios cada vez menos presente, menos providente. Más alejado. Su acción sobre nosotros ya no tiene que ser la del día a día, sino que se remite al principio de los tiempos. Esta es la postura que yo veo con la que se pretende afrontar el asunto del "evolucionismo".
Lo que dijo el Papa es perfectamente compatible con la idea de un Dios que pone en marcha la inmensa maquinaria del universo, con sus leyes físicas y todo eso, y después se retira a contemplar el proceso evolutivo de su obra.
A CLD.
Simplemente señalo que, en mi opinión, la posición de la jerarquía eclesiástica está derivando hacia formas más descafeinadas de teísmo. Lo que se viene en llamar deísmo.
Respecto a la reciente homilía del Papa, digo que le veo más próximo a Leibniz que a Newton (en la entrada correspondiente hay un texto breve en pdf con una anécdota muy interesante).
Nada he querido insinuar sobre Diseño Inteligente en esta ocasión.
En la entrada de hace dos años que usted me señala no es que yo defendiera con seguridad la perfecta compatibilidad entre evolucionismo y teísmo.
Lo contemplo como una posibilidad no del todo descartable, pero veo poca voluntad en mucha gente, a uno y otro lado, para que eso pueda ser así.
Fíjese que apenas unos días antes, en otro post, decía:
"Aun así, no quiero decir con todo esto que yo comparta plenamente el posicionamiento del profesor Ayala en este punto. (etc)"
http://radikaleslibres.blogspot.com/2008/03/francisco-j-ayala-en-la-uvigo.html
Sobre todo destaco de la cita de Weinberg:
"Para aquellos que no ven conflicto entre ciencia y religión, la retirada de la religión del terreno ocupado por la ciencia es casi completa."
Saludos.
Lo que pasa a mi modo de ver es que la Iglesia Católica simplemente quiere nadar a favor de la corriente, tanto en el tema de los musulmanes como en el tema del evolucionismo, lo cual es muy cómodo.
ResponderEliminarHay otros, en este caso los evangélicos, que nadan en contra de la corriente, criticando a los musulmanes y defendiendo el creacionismo bíblico, y están pagando el precio por ello. En muchos casos altísimo precio (en algunos casos su propia vida), en otros casos únicamente que se les llame continuamente fanáticos cuando expresan dichas ideas en su blog.
Un saludo.
Gracias por las aclaraciones. De todos modos, no estoy de acuerdo. Estoy leyendo la primera parte del libro de Ratzinger sobre Jesús de Nazaret, y puedo asegurar que de teísmo descafeinado, nada de nada.
ResponderEliminarSaludos,
Carlos
Sí claro, pero yo me refiero a la labor apostólica realmente visible y ostensible. Con altavoces.
ResponderEliminarDe cara al Islam el caso, a estas alturas, no puede ser más escandaloso.
Ahí resulta que la doctrina es, básicamente, que ambas congregaciones de creyentes adoran al mismo Dios.
Cuando es bien sabido que en el Corán se niega la divinidad de Cristo, que fuera crucificado, la virginidad de María, etc.
¿Acaso no es cierto que Tauran, entre otras muchas anécdotas, dijo que era gracias a los musulmanes que Dios está de vuelta en Europa?
Y en el ejemplo que traigo, objeto de esta entrada, el caso de un Dios lejano y descafeinado resulta bastante evidente.
En fin, lo del doble discurso no es nada nuevo que vayamos a descubrir ahora.
Saludos.
Solo en el comienzo del Islam hay que recordar que Alá era una de las múltiples deidades de la época. Es decir, que estamos ante un dios falso, con toda probabilidad un demonio; y si seguimos analizando con un mínimo de sentido común llegaremos a la conclusión de que la revelaciones de Mahoma eran revelaciones demoniacas.
ResponderEliminarEscribí algo sobre este tema en estos dos textos:
Mahoma, un miserable
Mahoma, un endemoniado
Y como muy bien dice Antonio, la Iglesia Católica está siguiendo la línea de que ambos grupos adoran al mismo Dios, cuando eso es radicalmente falso, porque el Dios de la Biblia es el Dios verdadero, mientras que el dios de los musulmanes es un demonio. Podrá sonar fuerte, pero es lo que hay, y decir lo contrario es engañar a los integrantes de los dos grupos.
Un nuevo saludo.